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ETNOGRAFIA BAZTANESA. RETAZOS e) Los Borda de Maya VASCOPARLANTES Tratándose de familias residentes en esta zona pirenaica del Baztán, de– bería haber encontrado cartas en el idioma del país; no ha sido así, pero he podido dar con algunas referencias al tema, que no debo omitir. Efectivamente, con fecha de 26 de diciembre de 1772 escribe don Antonio Agustín a don Joaquín Vicente en una nota donde se hace resaltar un problema comentado antes entre ellos, referente a un vecino o amigo de ambos: «las cosas de los Echeverrías pasarán en ruina del hijo, cuya edad considero adelantada para la carrern que intenta tomar, pero, como dice el Vascongado, enegatic or compon», frase utilizada también hoy día para indicar de forma general: iallá ellos... ! iAhí se las arreglen... !, icompóntelas como puedas...!, etc... En carta fechada en Sevilla el 24 de marzo de 1773 se despide un tal Perico, amigo de don Joaquín Vicente, de esta forma: «Muy deprisa estoy, amigo mío, porque aquí da poco tiempo el correo. Nere maytea, Don Joa– quín Vicente». En la carta firmada por Felipe Lacarra citada antes, se hace referencia a una Cofradía o Hermandad de la que don Joaquín quería hacerse miembro («hermano»), y se le saluda de parte de los religiosos descalzos de Pamplo– na, donde radicaba la Herm~ndad: «... conforme a su orden, he solicitado las fervorosas oraciones de los PP. Descalzos y en particular de fr. Blas, fr. Thomas y fr. Máximo; quienes apreciando su memoria de Vm., ofrecieron hacerlo, y el último me dijo que en vascuence habrá de encomendar y pedir a Dios por Vm.». El buen fray Máximo encontraba seguramente mayor sinceridad y fer– vor en su lengua materna. f) Intimidades afectivas juveniles Tampoco este tema podía faltar. Con fecha 22 de diciembre de 1772 escribe un tal Pedro Josep desde Valladolid a un primo suyo residente. en Maya y en forma sencilla y cálida le cuenta· detalles de la muchacha que llenaba de ilusiones la mente juvenil de su primo y amigo. «Querido primo: aunque el correo pasado te insinué acerca de tu encar– go, no te pude hacer la escritura que requiere el asunto, para el que presu– mo será este informe; por lo que en ésta te expreso todas las circunstancias de la señorita, que son las siguientes: estatura regular, buen cuerpo, cara decente, color moreno claro, buena cristiana, de su educación no te digo cosa pues tú podrás inferir con decirte qm. de edad de seis años hasta hoy día ha estado en Seminarios, por lo que me parece en sus modales hallarse educada qual otra; y así mirada en un punto es tal cual puede apetecer cua– lesquiera caballero». La descripción que hace de la joven es sobria, detallada y nada erótica, y deja entrever plenamente la costumbre de la época que preparaba a la mujer sólo para el servicio del marido y atención a la fami'lia, incluyendo .el aspec– to religioso; la encerrona del «Seminario» (solía tratarse de conventos de [25) 177
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