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VIDAL PEREZ DE VILLARREAL que los derivados del «cerio» producían chispas con mayor facilidad y en mayor abundancia que el pedernal, se substituyó el silex por pequeñas pie– zas cilíndricas constituídas de este material, y la yesca, por algodón en for– ma de torcida o mecha 27 ; se han llamado chisqueros, palabra que parece pro– venir del esquero o encendedor primitivo de bolsillo; a su vez esquero pro– viene de yesquero o bolsa de cuero que solía llevarse asida al cinto y servía comúnmente para llevar la yesca y el pedernal, el dinero u otras cosas 28 • De un señor de mucha edad del valle de Ulz¡ima pude recoger en años pa– sados que conoció él en su niñez a fumadores que llevaban en el vuelo de la boina estos encendedores hechos a base de eslabón y pedernal. «Pusiéronme una escudilla en la pretina, yesca y eslabón en una bolsa de cuero» 29 . Muchas de estas referencias quedan un poco alejadas de nuestra pequeña geografía; permítaseme transcribir el apunte etnográfico que don Juan de Esnaola tomó en un pueblecito alavés sito en las .estribaciones de la sierra de Cantabria y de nombre Marquínez;' la 'fecha de la toma es anterior a 1920. «Todavía viven quienes han conocido los siguientes sistemas de alum– brado: 1. º) el fuego del hogar; 2.°) astillas de pino y haya; 3.°) candil con aceite de ballena; y 4. º) candil de aceite vegetal. Hoy se usan el petróleo y el carburo de calcio. Recientemente se ha instalado la luz eléctrica, con flui– do de la central de Urarte». «Cuando se utilizaban los primeros sistemas de alumbrado, se hacia el fuego pro– duciendo chispas de pedernal, que prendían en un pedazo de yesca. (El subrayado es mío). A ésta, ya encendida, se rodeaba de rascas, residuos de cáñamo y lino que quedaban al ser golpeados con la tránquea (sic). La llama que resulta.ha se aplicaba a una abarras (ramillas) y más tarde a los leños más gruesos»: «De esas dificultades nacía, sin duda, el interés de las mujeres en apilar por la noche el rescoldo y la ceniza del hogar, con objeto de que al día si– guiente subsistiesen las brasas encendidas» 30 . Recuerdo de mi niñez que esta última operación aquí indicada se hacía normalmente antes del año 1936 en todos los hogares de economía agrope– cuaria de la llanada alavesa, y no fue ninguna excepción la ,casa de campo baztanesa, según informes recogidos. (Fot. n. º 3, 4, 5 y 6) En la sacristía de la iglesia del colegio de Lecároz se conservaba el jue– go completo de «pedernal, eslabón y yesca» para producir el fuego; se ha colocado ahora en el pequeño museo etnográfico del mismo centro educati– vo y representa un ejemplo concreto y vivo de todo lo indicado en las pági– nas anteriores. (Fot. n. º 7) El eslabón es en este caso un trozo de lima vieja, acorde con el refrane– ro (se le ven las estrías), pero sin asas ni protección alguna para la mano 27. DUNHILL, ALfRED - El noble arte de fumar. Barcelona, AHR, 1955, Ver cap VIII, p 149 s. . 28. Diccionario Universal... Op. cit. 29. QUEVEDO, FRANCISCO DE - Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos, ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños. 30. ESNAOLA, JUAN DE - Establecimientos humanos y casa rural, II Pueblo de Markinh (Marquíne2). Anuario de Eusko Folklore, 6 (1926) p 114. 170 [18]

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