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A 13 - Labiano 3 - A 14 - Labiano 4 - Simbolismos VIDAL PEREZ DE VILLARREAL Anverso: Cruz ancorada centrada en el disco y en una estrella he– xagonal con adornos circulares en bajorrelieve; la erosión de la superficie no deja completar los vacíos de izquierda y derecha de la estrella, ni la posible orla de la cara discoidea. Bajorrelie– ve. Reverso: Hermoso bajorrelieve con tema estelar de ocho puntas, con sus ocho vértices unidos entre sí formando una cruz cen– tral; entre el tema estelar y la orla, seis escuadras rectangulares y dos rosáceas de seis hojas inscritas en circunferencias. Anverso: Cruz latina con imagen del crucificado, en bajorrelieve bastante desgastado. Reverso: Idéntico al de la estela anterior, salvo las dos rosáceas sustituidas aquí por escuadras. * * * Al estudiar el fechado de las estelas discoideas (PEREZ DE VILLARREAL, CE– EN 1988) hice una breve exposición de la simbología cristiana reflejada en las estelas discoideas. El arte románico, incluyendo su transición al gótico, es básicamente sim– bólico. Para Simon (La Catedral Gótica, 1982), el hombre medieval vivía el simbolis– mo con la máxima definición de la realidad, y para Cassirer, el hombre en esta época se presenta como un animal simbólico. Hasta la orientación de los templos respondía a un sentido simbólico especial: Norte es la región del frío y de la noche, por lo que esta orientación suele estar dedicada al Antiguo Testamento. Sur, por el contrario, es la re– gión cálida, la luz, dedicada al Nuevo Testamento. Oeste mira a la puesta del sol; es la región donde se sitúa el juicio final. El Este, lugar del nacimiento del sol, es la región de donde procede la luz; en esa zona subió Cristo a los cielos y en ella se creía que de– bería localizarse el Paraíso terrenal (Gn 2,8). Por todo esto, todo fiel que penetraba en un santuario, lo hacía siempre en dirección a la luz o sol divino. El arte románico, además de sus mensajes doctrinales, tiene intencionalidades efectistas. Hizo mucho uso de la flor de LIS que luego pasó a la heráldica. La flor de LIS deriva de la flor de LOTO de los árabes; el cristianismo comparó la flor de LIS (li– rio) con los textos evangélicos, ya que si el LIS destila mirra, las palabras de estos libros son de una pureza absoluta. En tales términos hablan San Jerónico y San Cipriano. También en el Cantar de los Cantares se presenta el LIS como prefiguración de la pure– za de María: "Como el LIS entre los cardos, así es mi amada entre las mujeres" (Cant. 1,2). Es coherente por lo tanto que la flor de LIS se refiera a la palabra de Dios, mirra para el cristiano. La azucena es uno de los más hermosos y perfumados lirios. El heliotropo El heliotropo al igual que la roseta, se asociaba con el sol; el heliotropo es una flor que durante las horas de luz del día, sigue el curso del sol y durante la noche parece descansar cerrando sus cabecitas florales. Hay que seguir siempre la luz de la vida que procede del Salvador; por esto, la cabecera o ábside de los templos románicos se dirigía 150 [30]

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