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270 Vida! Pérez de Villarreal uno de los siete ahorcados; que siendo esa noticia tan importante la radio volvería a repetirla y que al día siguiente a la hora de misa se verían de nuevo. Al primér toque de la campana ya estaba el señor Bias camino de la iglesia, temiendo lo peor. Llegó el Párroco a la iglesia y halló a mi hermano rezando en las bancas, y acercándose/e cariñosamente le dijo al oído: Te acompaño en el sentimiento; sf es cierto que han ahorcado a siete monjes. Voy a celebrar fa misa por tu hermano el P. Dámaso. La verdad estaba muy lejos de todo ese cuento, porque sencillamente los PP. Franceses habían hecho una colada general de sus propias vesti– mentas; en un cordel tendido en la plaza, colgaron esta vez como tantas otras veces siete de sus hábitos "cara al sol" y "cara a Francia", y los observadores de allende el Pirineo, con su viva imaginación, elaboraron una noticia sensacional y tragicómica para los familiares de los religiosos capuchinos residentes en Fuenterrabía. Tres bombazos En los primeros días de nuestra estancia en el colegio de lo PP. Franceses, el P. Laureano preparó un viaje a Francia pasando por mar. Salió del colegio portando él mismo su maleta de equipaje. Al mismo tiempo un avión sexquiplano de Mola merodeaba por esas latitudes y lanzó tres bombas entre el colegio y Fuenterrabía. La primera bomba explotó a unos cuantos metros del religioso viaje– ro, a la bajada del colegio; la segunda cayó a unos cien metros de la carretera, y la tercera en medio de la carretera en fas cercanías de la ciudad. Todos agradecimos al Señor que libró de todo mal al P. Laureano en batalla tan inesperada y tan desigual. Ministerio Nuestro ministerio sacerdotal siempre ha estado limitado por el caris– ma religioso; en este tiempo lo era más reducido por ser verano y por las circunstancias sociopolíticas. Sin embargo fue muy interesante la presencia de los capuchinos en la parroquia de Fuenterrabía. Para no infundir sospechas y pasar un tanto desapercibidos entre la gente, vestíamos de paisano. La iglesia del convento de capuchinos no se abrió al culto desde el día 20 de agosto hasta el 9 de setiembre.

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