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BIBLIOGRAFIA AGUIRRE SORONDO, ANTXON,Estelas discoideas de Gipuzkoa. Origen y significado. Sociedad guipuzcoana de ediciones y publicaciones. Caja Guipúzcoa, San Sebastián. 1991, 127 p.; 28 x 21,5 cm. · Los días 4, 5, y 6 de octubre del año 1991 se celebró en San Sebastián el IV Congreso Internacional sobre la estela funeraria; no describiré su desarro– llo, ni subrayaré sus luces y sombras, sino que voy a comentar la obra de uno de sus organizadores, presentada el primer día del Congreso. Consta esta publicación de tres partes; en la primera se estudian los posi– bles orígenes y significados de estos monumentos funerarios y en la tercera se propone un estudio de conjunto sobre la historia y el arte de estas estelas discoideas. En la parte segunda se detallan las estelas discoidales localizadas hasta la fecha en la provincia de Guipúzcoa; suman un total de cuarenta y nueve unidades, curiosamente concentradas de forma primordial en las zo– nas limítrofes con las provincias de Alava y Navarra, a lo largo del camino que unía la "Llanada de Alava" a través del túnel de San Adrián, con la fron– tera francesa por Irún-Behovia; camino jacobeo muy antiguo, anterior a la reconquista del valle riojano del Ebro. El ejemplar de Deba representa un ca– so excepcional por su ubicación en el espacio provincial, cerca de Vizcaya y en las proximidades del mar. Añade al final un completo estudio estadístico de todas ellas, subrayando su ubicación en el espacio mediante un amplio mapa provincial. La otra dimensión einsteniana, el tiempo, se estudia en la primera parte (p. 13 a 41 ). En la introducción (p. 13) nos indica el autor que "... dos teorías o hipótesis dividen a los especialistas" (el subrayado es mío). Acostumbrado a seguir muy de cerca las huellas del nunca suficientemente admirado Niels Bohr, el hombre bueno de los estudios fisicoquímicos, desde el principio preveía la conclusión a que iba a llegar el señor Sorondo; las hipó– tesis, al parecer dispares y aún contrapuestas, no dividen a los antropólogos, los complementan; es cuestión de observar cómo se llega al mismo fin bajo ópticas diferentes, porque también en etnografía, los intercambios culturales son siempre los aspectos más brillantes de cada corriente cultural entrecruza– da con las demás. La extensión del cristianismo por la Europa Mediterránea, las Cruzadas y las peregrinaciones a Tierra Santa, a Roma y a Santiago de Compostela, pusieron en contacto culturas aparentemente muy dispares, realmente com– plementarias en torno al destino del hombre en el mundo, con su finalidad ultraterrena. El culto solar y en general el astral, herencia del Medio Oriente, se despoja de su ropaje idolátrico con el cristianismo; por ejemplo, en las [1] 285