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ARMARRIA. HERALDICA LAPIDARIA BAZTANESA Eusebio Bartolomé 33 , citando la revista Ronda Ibérica, indica que el origen de este escudo podría explicarse muy bien suponiendo que los guerre– ros baztaneses se apoderaron, como trofeo de guerra, de algún estandarte o bandera enemiga escaqueada, tan frecuente en aquella época entre los árabes. Por cierto, esta explicación podría tener relación con «la bandera sarracena que había en el Archivo Baztanés», según referencia que recoge también el padre Goyena 34 • Períodos históricos en heráldica Con Juan Carlos Guerra 35 se puede dividir la historia heráldica en tres grandes períodos: 1.º De 1100 a 1250: Se caracteriza este período por la sencillez de las piezas heráldicas, consistentes generalmente en particiones menudas y sim– ples, como el jaquelado y muchas figuras nat11rales y artificiales; el escudo del Valle de Baztán y los de los Palacios de Apezteguía, Egozcue y Jaureguía de Ohárriz, son de esta clase; los cito, por tralarse de Palacios de la región que estoy estudiando. Se llama protohistoria de la heráldica. 2.º De 1250 a 1480: En este período de poco más de dos siglos de duración, las piezas se modifican y cruzan algo, como ocurre con los de Jarola, Azpilcueta y Mendinueta del Baztáa. Se llama período de desarrollo. 3.º De 1480 a 1800: En este largo período, los blasones se adornan de modos y formas muy variados y se hace uso del derecho de las familias a incluir en sus escudos los símbolos heráldicos de sus antepasados debidamen– te ordenados; corresponde esta época a la fase de construcciones suntuarias, de grandes y llamativas fachadas, y se denomina período de floración barroca 36 • En esta época se reconocía oficialmente la hidalguía de familia a muchos adinerados que la solicitaban, previo pago de alguna cantidad a la Adminis– tración Pública y comprobación de su pureza de sangre («ni judío, ni moro..., ni artesano servil, sino que toda su vida se dedicó al noble arte de la cría caballar»), concediendo el título de Cabo de Armería a sus respectivos Palacios 17 . 33. BARTOLOME, Eusebio: El nuevo Baztán. Un caso histórico singular. Nuevo Baztán, 1981, 302 p. La revista citada, Ronda Ibérica, corresponde al n.º 2, mayo-junio, de 1974. 34. PEREZ GOYENA, A.: Op. cit. 35. GUERRA, Juan Carlos: La heráldica entre los auskaldunes, en Estudios de heráldica vasca. San Sebastián, Baraja e hijos, 1910, 356 p. 36. PORTILLA, Micaela: Torres y casas fuertes en Alava. Vitoria, Caja de Ahorros Municipal, 1978, 2 vol. Ver vol. I p. 218. 37. JORGE DE RIEZU, P.: Limpieza de sangre del caballero D. Pedro de Ursúa y Ariz– mendi, en Homenaje a don Angel lrigaray (Aingeru Irigarayri Omenaldia 1985), San Se– bastián, Eusko Ikaskuntza, 1985, p. 529-545. 37 b. las siete partidas del Rey don Alfonso el Sabio. Madrid, Imp. real, 1807. Trs vol. Véase Partida II, Título XXI, Ley II (p. 199). [7] 185

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