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EULOGIO ZUDAIRE Nueva Segovia para que se le unieran en su plan de repatriar a Castilla a los reco– letos díscolos, por el influjo que los religiosos ejercen "en los indios, por lo que los aman y temen". Inútil porfía. Celebradas las elecciones, fue proclamado superior provincial el P. M. 0 fray Antonio de Santa Mónica, que no tardó en manifestarse tan antifelipista como su predecesor. Y su conducta ni la de los otros prelados agustinos, no procede -comenta Ursúa- de amor a la justicia o a la paz, ni a la equidad y consuelo de sus frailes, sino de mera pasión política. "Es cierto que estoy en concepto que así el Provincial pasado como éste no sólo en esta materia, sino en todas las .otras so– bre que se han formado expedientes, por sus resoluciones e inquietudes, han obrado más por empeños de nacionistas, que libres de circunstancias opuestas al mexor exemplo de Prelados, que por su propia obligación y tantas razones de mantener la paz y la justicia, con la principal atención a la equidad y consuelo de sus súbditos.". Por el momento, lo único que logró el conde fue situar a los religiosos "infi– dentes", en doctrinas alejadas de la capital y despertar la alerta en corregidores y alcaldes mayores para que vigilasen su conducta y su doctrina 26 • Nacionistas, vocablo tan legítimo como accionistasy que, sin embargo, no lo ha registrado ningún diccionario de la lengua castellana, ni su coetáneo llamado "Diccionario de Autoridades". Tampoco se registra su correspondiente "na– tionniste" ni en el gran "Napoleón Landais" (que inserta, aunque con repugnan– cia, la vox "actionniste") ni en el "Grand Larousse", que no admite ninguno de ambos términos. No hay duda de que su inclusión en el diccion.:trio francés ha– bría sido decisiva para su inserción en el español. Lo prueba la historia de nuestro lenguaje. · La situación turbulenta de los agustinos recoletos, que había logrado encal– mar el gobernador general Ursúa, se recrudeció durante el gobierno interino del oidor decano. Dr. José Torralba, que se decantó por uno de los partidos forma– dos al socaire conventual; y se ensangrentó, en sediciosa revuelta popular, con el asesinato del gobernador y capitán general de las Filipinas, Fernando de Busta– mante y Bustillo. D. JOAQUIN DE URSUA Y ARIZMENDI No fue más afortunado el Dr. Torralba con el segundo conde de Lizarraga, "el General D. Joaquín" Ursúa y Arizmendi, cuyo padre falleció enManila el día 4 de febrero de 1715, llorado por unos y por otros, como buen caballero yacer– tado gobernante. Se vio precisado a encarcelar al hijo del difunto gobernador, por supuestamente complicado en homicidio. 26. ElcondedeLizarragaalrey; Manila24de julio de 1712y 18 de julio de 1714: AGL sec. "Fi– lipinas", leg. 392. 460 [20]