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UN VOCABLO EXPRESIVO EN ESPERA DE RESCATE cario de Elvetea, que "con toda perfección habla las dos lenguas, castellana y bascongada". Digno es de notarse asimismo que se negaron, tanto el rector de la parro– quia de Arizcun, D. Tomás Zabalza, como el escribano del ayuntamiento del valle, Miguel Aseó, y los clavarios del archivo de Baztán (su alcalde, don Juan Borda; el jurado de Elizondo, Juan Angel de Garro; y el escribano real y se– cretario del Ayuntamiento) y el oidor más antiguo de la Cámara de Comptos, D. Juan de Iturria, a entregar nigún documento original a los informantes, que deseaban presentarlos al "Real Consejo de las Ordenes". D. Juan de Itu– rria, después de venerar la real cédula y de ponerla sobre la cabeza, "como la puso", respondió lo que el rector de Arizcun y los otros archiveros; que sacar los papeles originales era contrafuero. Y los delegados del Consejo de Ordenes hubieron de contentarse con su personal comprobación de la autenticidad de los pliegos y pergaminos presentados. Visitan el palacio de Ursua, en el barrio llamado de Ordoqui, lugar de Arizcun, "fabricado en un llano, cercado de muros y foso, de piedra fuerte y antigua, con troneras y saeteras y su puerta principal mira al oriente y en su entrada se mantiene un escudo de Armas cuyo remate en lo supremo es una corona y está dividido en sus quarteles y en el primero grauadas tres Abes y en los dos restantes un jabalí y un león". En la casa de Aguerre (casa materna) con puerta a mediodía, sita en el cas– co de la población, escudo, sin orla, de axedrez. Llegados a Madrid el día 9 de mayo, cierran su información con el testi– monio de ilustres vecinos de la villa y corte, que lo fueron de México con D. Martín de Ursúa: el vitoriano D. Martín Ortiz de Zárate, que estuvo en Mé– xico con el virrey, conde de la Monclova; Juan Fernández de Buendía, 16 años en Nueva España; D. Fernando Bravo de Anaya, residió allí diez años; los caballeros de Santiago, D. Juan Cortés, D. Pedro Hurtado de Mendoza y el marqués de Casal, D. Diego Ximénez de Enciso, cuyo interrogatorio se inició el 1 O de mayo. La víspera, día 9, el oficial real, D. Pedro Velázquez Valdés, había dado cuenta a S.M., de la insistente porfía de D. Martín de Ursúa en mejorar con nuevas trochas las comunicaciones abiertas, para mejor garantía del Itzá; por lo cual "no sólo no ha reparado en el sumo gasto de su patrimonio y caudal, sino que personalmente con intolerable travaxo y evidentes peligros de su vi– da, se halla en este empleo, deseoso de sacrificarla .en servicio de V.M., por conseguir el logro de esta empresa". El 13 del mismo mes se aprueban las pruebas de nobleza y de hidalguía, con el refrendo del marqués de Andía (como decano del Conejo de Ordenes) y de los caballeros Echalaz y Escobedo 12 • 12. AHN, Madrid: Ordenes Militares, Santiago, leg. 8371. [11] 451