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UN VOCABLO EXPRESIVO EN ESPERA DE RESCATE lientes; y entregar al gobernador y capitán general de Guatemala, embarcacio– n~s, _pertrechos y publos _de indios 1°. Del adoratorio principal se hizo ~emplo cnst1ano, en el que doctrmaban y bautizaban los misioneros; miembros de la "familia real" fueron bautizados, con CAN EK y KIN CAN EK. Por real cédula de 24 de enero de 1698 se dan a D. Martín de Ursúa y Ariz– mendi "particulares gracias"; y sin pago de lamedia annata (gracia singular), se le exime de la jurisdicción del gobernador Soberanis, que había vuelto a cizañear, y se le nombra Gobernador y Capitán General del territorio allanado o que allana– re, sin otra dependencia que la del virrey de Nueva España. Por otra real cédula de la misma fecha se encarece al virrey Sarmiento, conde de Moctezuma, la gran obra realizada con el esfuerzo y los caudales de D. Martín de Ursúa; y se le orde– na reclutar "gente ociosa y mal entretenida" de la capital para la ciudad que se proyecta fundar; por una tercera real cédula al mismo virrey se le encomienda estimular al nuevo presidente de Guatemala, Gabriel Sánchez de Borrospe, a que reemprenda la obra de reducción y pacificación de las tribus indígenas y la de defensa bien artillada del puesto avanzado de Dolores, asiento actual de una guarnición, entre lacandones. A uno y otro jefes de la empresa, Ursúa y Berros– pe, se envía desde la Corte apunte esquemático del avance realizado por la parte opuesta. Soberanis comete la vileza de ocultar los reales despachos que le afecta– ban a él y a D. Martín hasta el mes de noviembre de 1698, en que los publica en Campeche por bando. Sinceras y efusivas fueron asimismo las felicitaciones del obispo de Gua– temala y Verapaz, que califica de "hazaña milagrosa" la realizada por Ursúa; del obispo de Puebla y de los ediles de Guatemala. Ponderan su arrojo y su diplomacia y aquella generosidad en abastecer de plata, víveres, carruajes, ar– mas, pertrechos, al grupo de sus voluntarios "bisoños por la mayor parte". El año anterior al triunfo de Ursúa, habían asesinado los itzáes al capitán Velas– co y a otros 90 españoles. Por enero de 1699 se interna nuevamente el sargento mayor D. Martín a lo largo del camino que abriera en 1696 el capitán García de Paredes. Le en– tristece la estampía de indios que abandonaron sus reducciones. Recibimiento apoteósico en el Gran Petén, en donde, desde el mes de marzo al de mayo, gobierna en armoniosa diarquía con el general D. Manuel Meneos, de la guar– nición de Guatemala. Preciso es mantenerse vigilantes, porque hasta indio cristianado y de tan reiterada fidelidad como MARTIN CAN, sobrino del cacique CAN EK, se ha fugado de su domicilio en Alain, sin dejar rastro. Meneos regresa a Guatemala con los ilustres prisioneros de la familia EK, recibida con gozo y agasajo por su gobernador y capitán general. En 25 de septiembre de 1699 fallece D. Roque Soberanis Centeno y el 28 se presenta a la toma de posesión del gobierno de Yucatán, sin perder el de Petén-Itzá, D. Martín de Ursúa, que a mitad de año había regresado a su cen– tro de operaciones, el presidio de Cainpeche 11 • 10. ~UBIO Y ~Al':fE, ob. cit., III, _2~f, según -YILLAGUTIERRE, lib. VIII, cap. XVII. 11. 1697. Testtmomo de laRL Prov1s10n de gracias despachadas por la RL Audiencia de Gua- [9] 449

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