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Tampoco debe extrañarnos la insistencia en considerar también la oración fraterna como un elemento constitutivo y distintivo de la fraternidad, ya que la fuente de la fraternidad está en Dios. "Oramos verdaderamente como hermanos cuando nos reunimos en el nombre de Cristo, amándonos mutuamente, de tal manera que el Señor esté de verdad en medio de nosotros" 13 y mediante la liturgia alimentarnos "la vida espiritual personal y fraterna" 14 • Por deferencia a la voluntad de San Francisco, que quería que la Eucaristía y el Oficio divino informaran toda la vida de la frater– nidad 15 , "celébrese todos los días en nuestras fraternidades la misa de la comunidad" con la participación de todos los hermanos y los sacerdotes presentes, concelebren la Eucaristía, si es posible; "reúnanse a diario toda la fraternidad... para celebrar en común la liturgia de las horas" 16 • Ya que "toda fraternidad debe ser verda– deramente una fraternidad orante" 17 , todos "los hermanos, y en primer lugar los superiores, por razón de su ministerio pastoral, considérense responsables en la animación mutua de la vida de oración" 18 • En la vida fra:erna, que es fruto de una opción hecha libremente por cada uno en ::espuesta a la vocación específica con que Dios lo ha llamado, la gracia ocupa el puesto primario y esencial. Por eso, es necesario crecer continuamente en la fe para construir, en unión con los hermanos, una fraternidad fundada sobre el amor. Así, alimentados en la mesa de la palabra divina y de la eucaristía, "unidos por la fe en Dios nuestro Padre, nos amamos mutuamen– te, para que el mundo pueda reconocernos como discípulos de Cristo" 19 • 13 Const 46,2. 14 Const 47,1. 15 Cfr Const47,2. 16 Const 50,2. 17 Const 56,1. 18 Const 53,4. 19 Const 83,7. 89

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