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CAPITULO V Modo de trabajar (75-82) Las Constituciones al hablar del "trabajo honesto" 1 se refiere a la doctrina del Concilio Vaticano II, que ha presentado el sentido cristiano de la actividad del hombre en su dimensión personal y social. El hombre mediante el trabajo coopera con Dios en el perfeccio– namiento de la creación y se asocia a la obraredentora de Cristoque confirió nueva dignidad al trabajo y lo hizo instrumento de salvación, lo mismo trabajando manualmente que aliviando la miseria de los hombres o predicando el mensaje del Padre 2 • El trabajo no puede ser considerado de manera negativa, como un mal necesario, ni siquiera cuando después del pecado de Adán, ha asumido un sentido de castigo. El es y debe ser considerado como una fuerza creadora que ayuda al desarrollo de la persona y de la civilización humana, una fuente de bendición y de redención para el hombre. No es sólo una simple actividad física (aun cuando muchos lo reduzcan solamente a eso), sino que es un hecho inteligente y libre, una actividad humana en el verdadero sentido de la palabra que se convierte en actividad religiosa cuando se hace por amor a Dios y al prójimo. El Concilio Vaticano II en el "Perfectae Caritatis", _habla del trabajo al tratar de la pobreza de los religiosos: "Cada uno en su tarea ha de sentirse obligado a la ley general del trabajo. Pero, al procurarse así lo necesario para su sustento y sus actividades, han de alejar de sí toda inquietud excesiva y han de tener confianza en la providencia del Padre del cielo" 3 • 1 Test 24; FF 119. 2 Cfr Const 75,1-2. 3 PC 13. 80

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