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disponibilidad en el amor hacia los demás y la solidaridad con los más pequeños de entre los hombres. Tal pobreza no se abraza para huir de las preocupaciones materiales que la posesión de las cosas terrenas lleva consigo; tampoco es una pobreza desesperada o inconsciente, negadora de los valores esenciales de la persona humana, sino que es una pobreza que encuentra su fundamento en el amor a Cristo pobre y crucificado. Supone que el hermano menor reconozca su propia pequeñez frente al único infinitamente rico y exige que no se atribuya ninguno de los bienes de Dios sino que los ponga a disposición y provecho de todos, ya que no se le han dado sólo para sí mismo. 2. La pobreza de Francisco El modelo es Cristo en el que Francisco se inspira totalmente. La Iglesia reconoce la pobreza voluntaria como signo del segui– miento de Cristo, ypropone a San Francisco como imagenprofética de la pobreza evangélica 2 • Quien conoce aunque sea superficialmente la vida y el espíritu de San Francisco no se podrá extrañar de que las Constituciones inviten a examinar continuamente nuestro modo de observar la pobreza, con formas convenientemente adaptadas a los tiempos y a los ambientes en que vivimos; para nosotros "la pobreza evangé– lica es un ideal muy importante de nuestra forma de vida" 3 • Una pregunta que no tiene y no puede tener una respuesta, porque el discurso sobre la pobreza jamás termina, es interrogarse sobre el cómo, con qué formas, hasta qué punto ella puede y debe ser practicada. Por eso es necesario tener el valor de examinarnos continuamente, a nivel personal, de fraternidad, de Orden, conven– cidos de no serjamás verdaderamente pobres y por eso tenemos que 2 Cfr Const 59,3. 3 Const60,l. 72

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