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Dios, el ímpetu del Espíritu Santo los mueva de nuevo a esparcir las divinas gracias por el mundo. Y así, haciendo unas veces de Marta y otras de María, seguirán a Cristo quien, después de haber orado en el monte, bajaba a predicar en el templo. Sin más, baja del cielo a la tierra para salvar a las almas" 33 , el legislador exhorta a constituir fraternidades de retiro y contemplación, para favorecer la vocación de algunos hermanos llamados a una vida de más intensa contemplación y para que existan lugares donde los herma– nos puedan dedicarse durante cierto tiempo a la vida de oración de modo más intenso. No se trata de fraternidades separadas de la fraternidad provincial, sino de casas en las que los hermanos de la provincia, comprometidos en distintas actividades apostólicas o en trabajos de otro tipo, puedan de vez en cuando fortalecerse en el espíritu, dedicándose más intensamente a una vida de oración según escribióSanFranciscopara los quequieren vivirreligiosamente en los eremitorios 34 • Momento particular para vigorizar el espíritu y, por tanto, contribución preciosa para la renovación de la vida religiosa, son los ejercicios espirituales anuales y otros días de retiro. Este tipo de encuentros podía a veces organizarse de modo diferente, según las diferentes ocupaciones de cada uno. Los superiores tienen el compromiso de buscar tiempo y ocasión para que cada hermano, incluso para aquellos que por motivos particulares y con la bendi– ción de la obediencia viven fuera de casa, puedan disfrutar de estos momentos particularmente importantes para su formación perma– nente 35 • Conclusión Como conclusión de este capítulo "sobre nuestra vida de ora– ción", se señalan el silencio y la lectura espiritual como subsidios particularmente eficaces para nuestra vida interior. 33 Const(l536)114. 34 Cfr Const 56,1-2. 35 Cfr Const 55,1-2. 69

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