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na, deben siempre tener presente que no trabajan para sí mismos, sino para el bien de la Orden, de la Iglesia y de la sociedad huma– na so. Los estudios, que podrían favorecer el orgullo personal, lleván– donos a actitudes de "mayores" en las relaciones con los demás, deben ser "iluminadas y vivificadas por la caridad de Cristo, para que sean del todo "conformes con la índole de nuestra vida" 51 • A este respecto "la formación en los estudios filosóficos y teológicos, impartida especialmente según la doctrina franciscana, tienda de modo unitario a revelar gradualmente a los demás el misterio de Cristo" 52 • Por la misma razón el legislador insiste para que se complete siempre y con esmero la formación religiosa franciscano– capuchina para aquellos hermanos en período de formación inicial que frecuentan centros de formación fuera de la Orden 53 • l. Colaboración Si no hubiera en una provincia condiciones adecuadas, traten de superarse las dificultades "especialmentemediante la colaboración entre provincias o con las familias franciscanas, en cuanto las circunstancias locales lo permitan" 54 • Con igual esmero se ha de procurar atender la formación intelectual, apostólica y técnica de aquellos hermanos que no se dedican expresamente a los estudios por no ser llamados a recibir las sagradas órdenes 55 • 2. Misión de los educadores Invitación particular se hace a los educadores para que, cons– cientes de que los mismos formados son los principales artífices de 50 Cfr Const 38,3. si Cfr Const 38,4. 52 Const 39,3. 53 Const 39,6. 54 Cfr Const 39,5. ss Const 39,2. 55

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