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a su santidad" 35 • De ahí arranca claramente el doble aspecto propio de todo instituto religioso: el aspecto carismático de inspiración del Espíritu Santo, y el aspecto jerárquico de la Iglesia que reconoce y autoriza el carisma, garantizándolo como auténtico fruto del Espíritu Santo 36 ; por eso, a los hermanos se les exhorta a amar con empeño a la Iglésia, a meditar su misterio y a participar activamen– te en su vida e ini:iativas 37 • 2. Actitud filial. Al participar del don divino de la vida religiosa a través de la Iglesia, todos deben comprometerse en ayudarla en su misión salvífica 38 ; por eso, siguiendo el ejemplo de San Francisco "varón católi~o y enteran:ente apostólico", debemos ofrecer obediencia al Espíritu de Cristo y a lajC!rarquía de la Iglesia: al Papa y al Colegio Episcopal, que juntamente con el Papa, es signo visible de unidad y apostolicidad de la Iglesia 39 • Expresión de presencia fraterna y profética es el compromiso de los hermanos al servicio de la Iglesia local y el servicio apostólico bajo la guía de los Ordinarios del lugar, siempre según el carisma específico de nuestra Orden. En el n. 146,2 se recuerda que "el ejercicio de cualquier apostolado está sometido a la autoridad del Obispo diocesano", y en el n. 181,4 se exhorta a los hermanos a que "prestemos religiosa sumisión de la voluntad y del entendimiento al Romano Pontífice, maestro supremo de la Iglesia universal, y también a los Ob1spos, quienes, como testigos de la fe, enseñan juntamente con el Sumo Pontífice al Pueblo de Dios". Conociendo el pensamiento de San Francisco y su modo de comportarse respectó a los sacerdotes 40 no podía faltar una 35 LG 44. 36 Cfr Const 8,2. 37 Cfr Const 8,4. 31 Cfr LG43. 39 Cfr Const 9,1-2. 40 Cfr Test 8-10; FF 112-113. 33