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tación dan testimonio de ello; de esto se hacen eco también los biógrafos que confirman este deseo suyo y sus directrices cuando narran episodios concretos de su vida. Se suele repetir que la Regla franciscana comienza y termina con el Evangelio y con la Iglesia. Ya que: "El hermano Francisco promete obediencia y reverencia al señor Papa Honorio y a sus sucesores canónicamente elegidos y a la Iglesia romana" 36 ; y al final: "mando por obediencia a los ministros que pidan al señor Papa uno de los Cardenales de la santa Iglesia romana, el cual sea gobernador, protector y corrector de esta fraternidad", "para que, siempre súbditos y sujetos a los pies de la misma santa Iglesia, firmes en lafe católica, guardemos la pobreza yhumildad yel santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo que firmemente prometi– mos" 37 • El sentido de la Iglesia es desarrollado de tal manera por Francisco que se convierte en él en un compromiso constante de catolicidady de eclesialidad. Francisco es el "vir catholicus et totus apostolicus", como dice la antífona rítmica del oficio de san Francisco de fray Julián de Spira. 4. "Prestemos religiosa sumisión..." Recordando a nuestro Padre, "prestemos religiosa sumisión de la voluntad y del entendimiento al Romano Pontífice, maestro supremo de la Iglesia universal, y también a los obispos, quienes como testigos de la fe, enseñan juntamente con el Sumo Pontífice al pueblo de Dios" 38 • Con expresiones tomadas de las Constituciones de 1536, las nuevas Constituciones nos exhortan a la estima de la propia vocación, a perseverar en ella, a la confianza en Dios que llevará a feliz término la obra comenzada en nosotros: nos recuerdan que es 36 2R 1,3; FF 76. 37 2R 12,4-5; FF 108-109. 38 Const 181,4. 162

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