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compañeros por el mundo, a ejemplo de los discípulos de Cristo, en pobreza, con plena confianza en Dios Padre, para anunciar en todas partes, con la vida y la palabra, la paz". La paz o, mejor, la pacificación universal, no se puede realizar con sólo las fuerzas humanas. Por eso esta gran tarea es puesta bajo la intercesión d~ la Virgen María, Madre del Buen Pastor, la cual engendró a Cristo, luz y salvación de todas las gentes, y, presidió orando, la mañana de Pentecostés, los comienzos de la evangelización, bajo la acción del Espíritu Santo 25 • Art. II: Vida deje de los hermanos (180-185) l. Amor a la Iglesia Francisco, con visión de fe, ha sometido todo, su vida y la fe de sus hermanos a las normas de la Iglesia: Nadie debe ser admitido a laOrden en contra de las prescripciones y usos de la Iglesia; nadie, después de haber entrado, pueda salirde ella, según lo ordenado por el señor Papa; los hermanos recen el oficio divino según las normas de la santa Iglesia Romana, la misa debe celebrarse según la forma de la santa madre Iglesia; la predicación hágase según el espíritu y las normas de la Iglesia; respecto a la Eucaristía, los hermanos estén plenamente sometidos a las prescripciones de la Iglesia: los hermanos sean observantes de la fe católica. Deja el Testamento a los hermanos como recuerdo, amonestación y exhortación para que la Regla que al Señor prometimos más católicamente guardemos 26 y dispone sanciones, él de por sí manso, particularmente severas contra aquellos hermanos que no fuesen católicos 27 • Sabiamente las Constituciones sintetizan: "Como verdaderos discípulos del Señor e hijos de san Francisco, con la ayuda de la divina gracia conservemos firmemente hasta el final la fe que 25 CfrConstl79,l-2. 26 Cfr Test 40-41; FF 127. 27 Cfr Test 36-39; FF 126. 158
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