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Un llamamiento se hace no sólo a los que trabajan más directa– mente al servicio de las Iglesias particulares todavía escasas de clero, sino también a las provincias y a toda la Orden, para que animados todos de verdadero espíritu misionero sientan el deber de orar, de suscitar la colaboración de los laicos, de comprometerse según la condición y capacidad de cada uno al servicio de toda la humanidad, esforzándose por vivir intensamente unidos a los misioneros con espíritu de cooperación fraterna 22 • Un compromiso particular se pide a los misioneros para que promuevan, desde la implantación de las iglesias locales, el estado religioso que es parte integrante de la vida y de la santidad de la Iglesia; y particularmente fomenten nuestro espíritu y nuestro carisma específico. Procuren los superiores que entre los misione– ros haya hermanos aptos para la formación de los candidatos a la Orden 23 • 5. Los Secretariados. La función de coordinación entre las distintas actividades misioneras es competencia de los superiores mayores: general y provinciales. Las Constituciones disponen que se instituyan secre– tariados para la animación y cooperación misionera, e invitan a todos los religiosos a colaborar asiduamente con aquéllos que tanto en'Ja patria como en territorio de misión se dedican a la animación misionera. Permanece siempre como meta de la actividad misione– ra "la promoción de la Iglesia particular, en la que el clero, los religiosos y los seglares tendrán la responsabilidad según la competencia de cada uno" 2 4. Nuestra misión franciscana en el mundo, según el ejemplo y la voluntad de san Francisco, es la de ser anunciadores de paz: "Recuerden los hermanos a san Francisco, que quiso enviar a sus 22 Cfr Const 176,7. 23 Cfr Const 177,1-2. 24 Const 178. 157

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