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fraternalmente, de modo que quede patente que "ellos han ido sólo para el servicio de esas Iglesias y de sus pastores" 9 • El misionero -como escribe el documento del III CPO-, renun– ciando, en cierta medida, a la propia cultura y a las propias costumbres, debejnsertarse, dentro de lo posible, "en la lengua y en la cultura del pueblo", en donde desarrolla su obra de evange– lización, en ayuda de la Iglesia local 10 ; y deberá actuar siempre con espíritu de caridad, enjuiciando, a la luz del evangelio, las situacio– nes históricas, religiosas, sociales y culturales, llevados de espíritu profético, con la libertad de los hijos de Dios 11 • La misma forma de nuestra vida y el patrimonio espiritual de la Orden "deben ser transmitidos y expresados según las condiciones de la región, la índole de cada pueblo y las características de la Iglesia particular; y los usos particulares de lapropia región no se trasplanten a otra" 12 • Los hermanos, llevados de espíritu profético, promuevan aque– llos cambios que favorezcan la venida de un mundo nuevo, dialoguen voluntariamente con las otras Iglesias cristianas y con las religiones no cristianas, yestén atentos "a las ideas que influyen en el modo de pensar y de actuar de los pueblos" 13 • En el documento del III CPO leemos: "De este modo, diálogo y misión son dos momentos del camino hacia Dios. No significan ya una alternativa. La actividad misionera no puede darse sin diálogo y el diálogo no excluye la misión. El diálogo tiene en sí mismo su propio valor: dos hombres de diferente fe se encuentran, se abren, se aprecian, se admiran, se enriquecen mutuamente. Y será el Espíritu del único Dios quien provocará con tales encuen– tros el deseo y la posibilidad no sólo de intercambiar la experiencia de Dios sino también de cambiar de fe" 1 4. "¡Ojalá estén los 9 Const 175,2. 10 IDCPO 25. 11 Cfr Const 175,3. 12 Cfr Const 177,3. 13 Const 175,4. 14 IDCPO 28. 154

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