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la visita del Ministro General, de los Ministros Provinciales, de los superiores de las viceprovincias y de las custodias, loque a nosotros nos interesa mayormente es el aspecto pastoral: todos los superio– res mayores aprovechen gust6samente las oportunidades que se les presentan para reunirse con los hermanos, manifestando así su solicitud por las personas y sus actividades 17 • Los visitadores sientan la obligación de encontrarse con todos los hermanos, tanto con cada uno como reunidos comunitariamente; procuren entablar un sincero diálogo para tratar los asuntos espiri– tuales y temporales relativos a la salvaguarda y al incremento de la vida de los hermanos, y visiten las casas para conocer personalmen– te las situaciones concretas que vive la fraternidad 18 • Para que la visita produzca toda su eficacia, se invita alos visitadores para que procedan con absoluta comprensión y "adap– tación a los tiempos y a las situaciones de las diversas regiones, de modo que los hermanos expongan gustosa y sinceramente su opinión y busquen juntos cuanto contribuya a la constante renova– ción de la vida y al incremento de la actividad" 19 • Art. II: Obediencia caritativa de los hermanos (164-167) San Francisco temiendo que el ejercicio de la autoridad pudiese descontrolarse, trabajó lo más que pudo para evitarlo. Pedía a sus hermanos una obediencia total, sin otras limitaciones que las de la propia conciencia y la fidelidad a la vida prometida. Es bien clara la expresión que usa en la Regla: "Mas los hermanos súbditos acuér– dense que negaron por Dios sus propias voluntades" 20 • En el capítulo general celebrado en la Porciúncula el 29 de septiembre de 1220, Francisco renunció al gobierno de la Orden en favor de Fray Pedro Cattani, con estas palabras: "Desde hoy he muerto para vosotros. Pero os presento al hermano Pedro Cattani, a quien 17 Cfr Const 161,6. 11 Cfr Const 162,1. 19 Cfr Const 162,2. 20 2R 10,3; FF 101. 132