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3. Tiempos especiales de penitencia Después de haber enunciado los principios que deben informar y guiar nuestra vida de penitencia, el legislador nos presenta ahora su aplicación práctica tomando como punto de referencia la vida de Cristo y de san Francisco: "Cristo Señor, modelo de todos, recibida la misión del Padre y guiado por el Espíritu Santo, ayunó en el desierto durante cuarenta días y cuarenta noches, y también su discípulo san Francisco, ardiendo en el deseo de imitar al Señor, vivió en ayunos y oraciones" 12 • Nos recuerda que debemos considerar como tiempos de más intensa penitencia el Adviento y, principalmente, la Cuaresma llamada "Bendita" ylas vigiliasde las solemnidades de sanFrancisco y de la Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María. En tales tiempos o días, los hermanos dedíquense con mayor diligencia a obras de penitencia, tanto individuales como comunita– rias. Están especialmente recomendadas: la oración, el retiro, la escucha de la palabra de Dios, la mortificación corporal y el ayuno en fraternidad; compartamos más intensamente con los pobres lo que proviene de la mesa del Señor a causa de nuestra mayor moderación y practiquemos con mayor fervor las obras de miseri– cordia, según nuestra costumbre tradicional 13 • Los superiores, a los cuales corresponde proveer de lo necesario a los hermanos, sobre todo para con los enfermos, tengan presente el precepto de la caridad y el ejemplo de san Francisco. La oportuna referencia al ejemplo de nuestros santos debe estimulamos a llevar, como corresponde a los pobres, una vida sencilla y frugal, practican– do la mortificación voluntaria, moderándonos de buen grado en la comida y bebida, en los espectáculos y otras diversiones 14 • Sin embargo, las obras de penitencia exteriores podían quedar estériles, sin eficaciapara la vida eterna, si no estuvieran guiadas por 12 Const 103,1. 13 Cfr Const 103,2-4. 14 Cfr Const 104,1-2. 106

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