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TIBURCIO DE REDIN, TECNICO NAVAL añade: «de su persona tengo particular satisfacción y confianza, de que ha de obrar en mi servicio en esta ocasión como lo ha hecho en todas las que se ha hallado». Y en la que se escribe al de Villafranca: «que siempre que os hallaredes Vos en Cataluña esté a vuestra orden y siga las que le dieredes». Y en una y otra se advierte, con alguna variación redaccional, que acudan, en lo que les tocare, a la ejecución de lo que se le ha encomendado; y que en las ocasiones que se ofrecieren, honren su persona como lo merecefor sí y por sus puestos y servicios, «que recibiré en ello muy particular» (a marqués); «y hagáis la estimación que merece, que será muy de mi servicio» (al virrey duque de Cardona) 13 • En la Instrucción a D. Tiburcio de Redín se especifica el fin principal de esta armada: hostigar el comercio francés de las costas de Provenza; y cuando se ofreciere el caso, colaborar con otras embarcaciones al transporte de seis mil infantes a Italia o a alguna zona de Francia 14 • Del porte, calidad y cantidad de los bajeles que componen dicha formación, se le informará en Barcelona, en donde conferirá con el duque sobre el estado que tiene el asunto y respecto de las medidas que en los despachos inclusos ha precisado su majestad que deben tomarse. La armadilla que se está aprontando en Barcelona será reforzada con tres ureas, La Corona, de 382 toneladas, el Güedel de 272, y Los Angeles, de 231, que amarrará en la dársena D. Francisco Mexía 15 a su regreso de Italia, como se le tiene ordenado, con el fin de que se pueda «mejor acudir a lo que se ofreziere en aquellas costas y que haia vaxeles con los quales se puedan phticar mejor lo; de Francia, aunque sea en ymbierno; que se os adbierte, para que lo tengáis entendido». «Siempre que se hallare el Marqués de Villafranca, Capitán General de las Galeras de España, en Cataluña, haueis de estar a su orden y seguir las que os diere; y en falta suia, hauéis de estar en todo y por todo a orden del dicho Duque de Cardona». Se le confiará la gente de guerra que hubiere menester, según las empresas que se le encomendaren; «y vos hauéis de procurar mucho de llevarla contenta y de manera que sea vtil y de provecho». Los oficiales de guerra serán los del principado de Cataluña, «estando en todo sugeta (la armadilla) al Capitán General del dicho Principado... Y supues– to que esta Armada se agrega a las Galeras de España, los Officiales que se han de nombrar para ella han de ser dellas». 13. AGS, Estado, leg. 2.656. 14. Desde la junta de estado y guerra de 14 de junio de 1635, se urge reiteradamente en las diversas reuniones y consultas la necesidad de socorrer al marqués de Leganés en sus campañas del Milanesado. De aquí va a derivar una sospecha, quizá no infundada, contra el conde de Olivares, principal muñidor de los planes belicistas: que intentaba debilitar la resistencia foralista de Cataluña, cargando sobre el principado la leva mencionada. • 15. D. Francisco Mexía o Messía llevó socorro de guerra, soldados y pertrechos, al marqués de Leganés, que por irresoluto en horas decisivas fue tan calamito_so en la defensa_ del Milanesado y en las campañas de pacificación de Cataluña. En 1638 contnbuyó D. Francisco Mexía, al mando de 7 navíos de línea, al socorro de Fuenterrabía. En 1639 sustituyó al marqués del Viso, destinado al gobierno de Orán, e? el ~argo d~ general de las ga~eras de_ Sicilia; colabora en hostigar a la armada francesa del Med1terraneo onental con J uanetm Dona, general de las galeras de Génova, y con D. Melchor de Borja, general de las de Nápoles; y con el duque de Fernandina en las acciones navales para la sumisión del principado de Cataluña. [7] 499