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LAS VASCONGADAS DE BARBARIN Y CORRES, NAVARRA Y ALAVA Irigatay, obra de la nota 4, mapa situado entré las págs. 96 y 97, con– sidera a Acedo y Nazar «por lo menos» como bilingües -así se deduce de lo expresado en la pág. 99, donde de Acedo, etc., dice que «al menos serían bilingües»-. Prácticamente a la altura de Nazar y Acedo, se hallan los pueblos alaveses de Santa Cruz de Campezo, San Román de Campezo, Antoñana y Corres. De modo que el «al menos» bilingüismo que se supone para los pue– blos fronterizos navarros, queda confirmado con el monolingüismo de nues– tra vascongada de Corres, a fines del siglo XVI y principios del XVII. Caro Baraja, por su parte, aduce un testimonio de Navagíero -lo he– mos puesto de otra manera arriba, al resumir los datos de Apraiz sobre la «Prehistoria» del vascuence en Alava-, que se refiere a Jos comienzos del siglo XVI: «En Vitoria se habla castellano, pero entienden el vascuence, y en los más de los pueblos se habla esta lengua». 29 Supone el autor que los límites meridionales del euskara, por aquella época, fueran del sur de Estella (Zufía) hacia el condado de Treviño y que, cogiendo gran parte de sus pueblos, tuviera como baluartes la sonsierra de Navarra -suponemos que se refiere a la Sierra de Codés- y la sierra de Cantabria al sur, aunque más al oeste los pueblos alaveses del obispado de Burgos es posible que ya no lo hablaran. El límite sur de Navarra hay que llevarlo más hacia el Ebro y la Ribera, como se desprende del testimonio que hemos comentado sobre Barbarin, y como ya antes había supuesto Irigaray, con todo acierto. Menéndez Pidal se muestra poco generoso con la lengua de los vasco– nes en Alava. En su obra Orígenes del Español, 30 entre las págs. 464 y 465 inserta un mapa en que señala «el último reducto de los dialectos ibéricos». Señala una zona en que el vascuence predominaba aún hacia los siglos IX-X y excluye de esa zona toda la franja de Alava que limita con Navarra, desde Antoñana hasta el Ebro, nombrando expresamente como no vascongadas Antoñana, Quintana y Laguardia, y afectando también, aunque sin nombrar, a Bernedo, etc. No sabemos qué razones tan poderosas 1e indujeron a sacar tales conclusiones, que parecen estar muy lejos de la verdad. Basta repasar las listas de Gerardo López de Guereñu 31 para persuardirse que el euskara se perdió en buena parte de esa franja bastantes siglos después. En la deli– mitación del vascuence en el siglo XVI queda nuevamente acorralada la lengua natural del pueblo alavés dentro de límites más estrechos que los señalados por Caro Baraja, pues lo coloca de Mendoza, Vhoria y Berroci 29 Julio CARO BAROJA, Materiales para una historia de la lengua vasca en su rela– ción con la latina. Universidad de Salamanca, 1945 (ver p. 16). 30 Ramón MENÉNDEZ PIDAL, Orígenes del Español. Quinta edición. Madrid, 1964 (ver el mapa colocado entre las pp. 464 y 465). 31 Ge.rardo LóPEZ DE GuEREÑU, Toponimia Alavesa. "Anuario de Eusko-Folklore" (desde el Tomo XVI, año 1958, hasta el t. 27, años 1977-1978). [11] 381

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