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LAS VASCONGADAS DE BARBARIN y CORRES, NAVARRA y ALAVA En una obra de 1847, editada en Madrid, se afirma: «En Alava y en las principales poblaciones de Guipúzcoa y Vizcaya está muy en uso el caste– llano, y en las demás poblaciones se habla el vascuence, idioma que es tenido injustamente por grosero y bárbaro, siendo todo lo contrario». 24 Si en Alava se hablaba tanto vascuence como en las principales poblaciones de las pro– vincias vecinas, era mucho el vascuence que se hablaba. En la revista Zumárraga, se nos da una nueva noticia sobre Vitoria y el vascuence. El escritor Próspero de Mérimée escribe el 21 de octubre de 1840, desde Bayona: «He aprendido mucho vascuence de las camareras de Vitoria». 25 Creemos que no es ningún despropósito pensar que, si no de la misma capital, al menos serían de los pueblos alaveses las camareras de Vi– toria, el año 1840. Un testimonio más sobre Vitoria hallamos en el periódico donostiarra desaparecido «La Voz de España», el 28 de noviembre de 1978, pág. 16, suscrito por Zinzarri. Se basa en un libro de autor anónimo, publicado en Madrid en 1949, sobre viajes por España, que dice sobre el euskara: 26 «Has– ta ahora, lo único que me disgusta, prosiguió mi amigo, es ese idioma áspero y endiablado que por lo visto cuidan de enseñar antes que nada a los chicos, sin duda para perpetuarlo ( en Vitoria) ... -Estás en un error (responde el autor). El vascuence es un idioma armonioso aunque muy difícil y tanto que según una tradición ni el mismo diablo pudo aprenderlo; pero como es el que usa la gente del pueblo, porque el castellano sólo se enseña en los cole– gios como a nosotros el francés ( sic) , los muchachos lo aprenden siempre antes que nada». 27 No podemos asegurar que lo que se afirma en la segunda parte de la cita se refiera a Vitoria o a Alava. En los procesos brujeriles de los siglos XVI y XVII se emplearon con suma frecuencia intérpretes, porque los acusados de tal profesión eran vas– congados, y esto tanto en Navarra como también en Alava. Respecto a esta última, encontramos esta referencia en Julio Caro Batoja: 28 «El 17 de agosto de 1611 Becerra y Valle comunicaban al Consejo que un vecino de Araya, llamado Juan Díez de Alda, se había presentado de su voluntad en el tribunal de Logroño a pedir reconciliación, después de haber confesado de modo co- 24 Un Vascongado, Manual del viagero en las Provincias Vascongadas. Po¡r ... Madrid, 1847 (la cita en la p. 247). 25 Sabino ARNAIZ ZARANDONA, Carmen, la gitana que sabia vascuence "Zumárraga", Revista de Estudios Vascos, Extraordinario núm. 2, Bilbao, 1953 (véase la p. 47). 26 (Anónimo), Recuerdos de un viaje por España. Primera y segunda parte, tomo I, Madrid, 1849. 27 Nuestra cita está tomada totalmente de Zinzarri, con comillas, paréntesis, pun– tos suspensivos, etc. 28 Julio CARO BAROJA, De nuevo sobre la historia de la brujería (1609-1619). "Prín– cipe de Viana", 1969, pp. 265-328 (la cita en la p. 296). [7J 377

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