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FRANCISCO ÜNDARRA Se ve claramente que la trama de ambos cuentos es la misma: un lobo y un dragón, respectivamente, están a punto de perecer, atrapados por una o varias piedras. Libres de sus prisiones por el hombre, lo primero que hacen es tratar de devorar a éste, alegando que están hambrientos por su prolon– gada encerrona. Acuerdan que resuelvan el asunto algunos árbitros. El último de estos en ambos casos es el zorro, que se inclina a favor del hombre y se deshace del lobo o del dragón, valiéndose de la misma estratagema: indu– cirlos a que se coloquen como estaban en el momento en que el hombre los libró de sus aprietos. La recompensa que solicita el zorro por su veredicto es el mismo: unas gallinas. Las diferencias que se pueden observar son accidentales. II. TRANSCRIPCION Y TRADUCCION DE LA PARABOLA DEL DRAGON Y EL HOMBRE (528-530) 4 «Zein gaiztoa ta itxusia dan oriek ]aungoikoari agertzen dioen eskerga– betasuna, orain epiñiko dizut begien aurrean Aisari ( sic) txar batengana gizon batek izandu zuenarekin edo izan lezakeanarekín; bada adituko dezuna dá parabola ta berariez ala asmatua eta ez gauza gertatua. Okasio batean eta egiteko batez irten zan etxetik bein nekazari gizon bat, eta bere bidez ziojala sartu zan basó erretiratu edo b'#fertu batean. Eta basoaren erdian zanean, aditu zuen urrutitik boz bat ( subrayado en el original) modu onetakoa: «Bi- «Cuán mala y fea es la ingratitud que esos muestran a Dios te pondré ahora ante los ojos con la que tuvo un hombre con un mal zorro o con la que pudo tener; pues lo que vas a escuchar es una parábola y una cosa inventada de intento, y no es algo que haya sucedido. Cierta vez y por determinado asunto salió una vez de su casa un labrador, y andando por su camino entró en un bosque retirado o apar– tado. Y cuando estuvo en medio del bosque, oyó desde lejos una voz de este tenor: « ¡Caminante, caminante, se meta de nuevo en la trampa e instiga al hombre a que lo mate a azadazos, cosa q¡ue éste ejecuta. La recompensa prometida la constituyen dos pollas. Acude el zorro al lugar convenido. Lo acompaña su amiga la ardilla. Pero el hombre, en lugar de un par de pollas, trae en el saco una pareja de perros. Suelta a éstos, y el zorro y su acompañante echan a correr. Aquél logra salvarse, no así la ardilla, que cae presa de los perros, trai– cionada por su falso amigo. Una vez más quedan patentes la ingratitud y la falsía del hombre. 4 Hállase la parábola en la plática correspondiente al domingo 19 d€spués de Pas– cua· de Pentecost-§s, cuyo texto-resumen es "Reliqui vero tenuerunt servos eius,. et con– tumeliis a:ffectos oceiderunt. Matth. 22". El resumen del tema o "Gaia" a tratar concentra el autnr- en esta frase: HCein gauza ichusia dan, Jaungoicoaganaco pe-catariaren esquerba– tasuna". 384 [8]

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