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VIDAL PEREZ DE VILLARREAL Dos vecinos del lugar me indicaron que «antes de la guerra», al hacer una pequeña reforma en la conducción de agua en el acceso al templo parroquial, descubrieron bajo el verde césped estas cinco estelas funerarias; «tiene que haber otras muchas», me añadieron. Durante algún tiempo estuvieron poco menos que abandonadas, hasta que el señor párroco determinó empotrarlas donde hoy se encuentran. No es posible por esto estudiar su reverso ni medir sus espesores. Rodney Gallop, diplomático y etnógrafo, publicaba en 1931: «De meme l'é– glise paroissiale a raison d'etre fiere, car elle. compte non seulement plusieurs steles disco'idales, rara avis de ce coté de la frontiere, mais, plus précieux encare, un Curé que se rend pleinement compte de leur valeur historique et artistique et qui a fait tout son possible pour les conserven> 2• Se subraya en estas líneas de forma sobresaliente la acción directa del señor párroco en la conservación de estas estelas discoideas y se hace ver también que se habían encontrado mucho «antes de la guerra», porque el señor Gallop publi– có este informe en 193 1. Si entonces se podía decir que era extraño dar con es– telas a este lado del Pirineo, hoy podemos afirmar que, al igual que en Francia, proliferaron antaño en estos pueblos estos monumentos funerarios, aunque se abandonase su uso en época no determinada, salvo en el Municipio de Echalar. Arráyoz 1 (Lámina 10) La decoración de la cara visible de esta estela está constituida por una cruz griega centrada en los ejes V y H, dibujada en trazos paralelos. Estos trazos ter– minan en otras tantas espirales, tangentes dos a dos en los ejes secundarios. El Lámina 10. 2. ROD!'.EY GALLOP. Deux blasons BazJannais a Arrayoz, en Gure Herria, 11 (1931) 65-67. 318 [10]

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