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VIDAL PEREZ DE VILLAREAL Sería interesante dar con alguna referencia a este hecho, para poder com– prender el porqué de estas decisiones tan radicales; un simple cambio en las modas o costumbres no parece que pueda reflejarse de forma tan general en la v_ida de los pueblos, y menos tratándose de este tema tan especial, el funera– rio. Origen y procedencia de estas estelas Consultado don José Sarobe, párroco del lugar en 1982, recibí una amplia nota bien pensada y mejor redactada; me decía en ella que todas estas estelas discoideas se hallaban en el jardín situado en la fachada sur del templo parro– quial, frente a un pequeño pórtico que da acceso a la entrada principal. Muchas de estas estelas se hallaban como material de pavimentación en los accesos a la iglesia, alternando con grandes trozos de ruedas de molino y otras losas sin forma determinada; otras de estas estelas aparecieron en el pequeño jardín, antiguo cementerio; se hallaban semienterradas y muy estro– peadas. Fue hacia 1959 cuando se hizo el montaje actual junto al muro norte del templo, dejando cinco, de menor tamaño, en el acceso nuevo de la parte superior del recinto parroquial. Caro Baroja las vio y describió en 1932 con brevedad y precisión en el estudio citado, y algunas de ellas se hallan ya a salvo del desgaste del pisoteo público, aunque no de la erosión atmosférica. «Removiendo las losas del pavimento y la tierra del jardín, saldrían otras más», añadía don José, «pero hace falta tiempo y brío juvenil», de los que ahora no puede disponer. Agredecidos, don José. . LAS ESTELAS DE SUMBILLA (NAVARRA) Una visita de trámite, al volver de Echalar, me llevó al cementerio de este pueblo de las orillas del Bidasoa; no encontré nada interesante en el «campo– santo», pero sí en las proximidades del templo parroquial: en el jardincillo que da acéeso a la entrada porticada de esta iglesia, se hallan hincadas en el verde césped tres estelas discoideas que estudio a continuación. Sumbilla 1: (Láminas 33 y 34) Hermosa estela discoidea de arenisca rojiza, muy dura y de grano muy fino; no parece que este material sea el de la arenisca rojiza común en Baztán– Bidasoa. En el anverso queda centrada en el disco una cruz griega, de brazos iguales; los dos brazos horizontales terminan en dos círculos y llevan dos pequeños lóbulos al margen de sus extremos, recordando la forma de la flor de Lis. En la parte superior de la cruz falta el círculo y queda suplantado por una estrella de ocho puntas, en relieve muy prohuncidado; la base de la cruz apoya en un triángulQ, dentro del cual y en su mitad, se grabó en relieve otra estrella de ocho rayos o puntas. 158 [64]