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NAVARRA EN LA OBRA DE EDUARDO MARQUINA . .. Señora mía, ¿qué hay en ti, que ha encontrado en tu belleza dulzuras de panal el alma mía? ... Santa María, ¿por qué, de donde estoy, pongo el oído sobre tu seno en flor y oigo el latido de un corazón de madre, Madre mía? . .. Curioso apenas al tomar la senda que trae a tus altares, ¿qué impenetrables paños de qué venda soltáronse de pronto en tus hogares? Caté la paz de _este sereno asilo, donde hicieron los siglos tu vivienda; y en mis entrañas reanudóse el hilo de la muerta leyenda. Santa María, ¿en qué remoto huerto encontraría flores para mi ofrenda? - El poeta denomina leyenda esta tercera parte y nos acaba de confesar que, ante la Virgen, en sus entrañas se reanudó el hilo de la leyenda. Mar– quina entre la historia personal, entre los desahogos espirituales del prin– cipio y del fin de esta parte, entrevera una leyenda que difiere de las versio– nes corrientes 19 • 19 Sin ánimo de 'apurar el tema, ni de desflorarlo siquiera, anotaré algunos datos sobre la leyenda, José Esteban URANGA GALDIANO y Francisco IÑIGUEZ AtMECH, Arte medieval navarro, vol. IV, Pamplona, ed. Aranzadi, 1973, p. 105, mencionan las pro– digiosas apariciones anunciadas por las correrías nocturnas de un ciervo, que paraban en el mismo lugar, brillantes las astas de luz, mientras los ángeles dejaban oír desde lo alto en suave cántico Salve Regina. José Augusto, SÁNCHEZ PÉREZ, El culto mariano en España, Madrid, CSIC, 1943, p. 370, a lo del ciervo, observado por muchos pastores, añade que al mismo tiempo oían salir de una fuente una música armoniosa y unas voces angélicas que cantaban lá Salve Regina. En una edificación subterránea descu– bren la imagen de lá Madre de Dios. José PALLÉS, Año de María ..., t. IV, Barcelona, 1876, pp. 409 ss., alega la autoridad del insigne Martín de Azpilicueta (sic), para decir que, después del de Santiago, el primer altar donde se tributó culto a la Madre de Dios, fue el de .Roncesvalles. Reaparece el ciervo con las puntas de sus astas resplan– decientes. "Al mismo tiempo, junto a una fuente que nacía entre las peñas;. oíanse los acordes acentos de una música armoniosa que acompañaba dulcemente el canto Salve Regina". Junto a la fuente llamada de los ángeles, el arco que daba acceso a la concavidad. subterránea donde apareció la imagen actual. Juan J. BouRASSÉ, Summa aurea de laudibus Beatissimae Virginis Mariae, t. XII, París, Migne, 1862, inserta el antiguo "Atlas Mariano", del jesuita Guillermo GUMPPEMBERG, quien en las cols. 169-170 ofrece noticias sobre · la imagen de la Virgen de Roncesvalles, noticias remitidas al jesuita por el P. José Moret, desde Pamplona. Alega igualmente la autoridad del Doctor Navarro, canón.igo regular de San Agustín en aquel templo: el Doctor Navarro también atribuye a la revelación del canto de los ángeles el hallazgo de la imagen. Agapito MARTÍNEZ ALEGRIA, o. c., p. 108, se limita a decir que hay una fuente que todos llaman la fuente de la Virgen y también la fuente de los ángeles. [27] 257