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P. ANSELMO DE LEGARDA unos muros más fuertes que el de Pamplona ... Señalaba los montes de la Vasconia. ( 685) Roldán ordena a Carlomagno que se le adelante en el paso de Ronces– valles. El, con los doce Pares, irá en la retaguardia. Para su defensa perso– nal, su maza le sobra. Si peligran todos, tiene su trompa. Hablaron. Fue aquel día cuando, a la aurora, desde el Orzanzurieta de espalda corva, les vieron los pastores ganar las lomas, como sierpe de acero que se desdobla. ( 686) Tras la partida de Carlomagno, la acampada en el valle se prolonga varios días. Los doce Pares se acomodan lascivamente en una tienda de aspecto oriental. A la hora de levantar el campo para emprender la marcha, en presencia de Roldán uno de los Pares se ufana de dejar diezmados los rebaños y el prado hecho erial. Roldán palidece y se dispone a enmendar la fechoría: «Los rebaños diezmados, los campos en sequía, ¡Dios me es testigo cómo los pago en este día!» Con su mandoble en punta, sobre un peñasco hería, y brota al golpe el caño del agua manantía ... Moja las tierras yermas, que las reverdecía; las praderas recobran toda su lozanía; el corazón del héroe sobre el agua corría; la mesnada, al prodigio, de rodillas caía; la bondad de los buenos cura toda sequía; tanto impulso dio al agua, que hoy mana todavía 8 • La preocupación de Roldán había sido grande: Roldán sabe el peligro; no lo corrió mayor. La cañada es estrecha, puesta entre alcor y alcor... (691) Y sus presentimientos no resultan vanos: Va la rota cumplida. No se ha dado batalla; caen las peñas encima del ejército franco; y los vascones vengan la deshecha muralla, ocultos en los muros que forman el barranco. ( 693) 8 Agapito MARTÍNEZ ALEGRIA, Roncesvalles, 2." ed., Pamplona, 1965, en la presen– tación del libro, p. 9, cita "la fuente de Roldán" entre las cosas legendarias que se en– señan en Roncesvalles. 248 [18]