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Propuesta teológico liberadora de Francisco José de Jaca... 7 El primer capítulo aborda los antecedentes de la esclavitud, realidad que se hace obligatorio conocer con profundidad para poder interpretar los princi– pios que la movieron y sostuvieron en las distintas épocas. El recorrido, aun– que muy amplio en su conjunto -ya que recorre desde el mundo griego hasta santo Tomás de Aquino- se ha intentado sintetizarlo al máximo, aunque sin perder de vista los elementos que serán fundamentales de éstas épocas para la comprensión de la postura de Francisco José de Jaca. Para ello era conveniente detenerse a estudiar la postura mantenida en Grecia y Roma, para pasar luego al análisis de la tradición cristiana. Partiendo del Nuevo Testamento, siguiendo la tradición apostólica y patrística para terminar en santo Tomás. Estos tres núcleos son referencia obligatoria a lo largo de toda la obra del capuchino. El siguiente capítulo estudia el contexto histórico y teológico propio del siglo XVI y XVII. Es preciso señalar el carácter parcial que tiene este capítulo, puesto que está en función de los dos siguientes. La primera parte del mismo responde al contexto histórico, donde era necesario recurrir a la conquista de América y a la esclavitud de los indios, así como a la evolución que se produce en este tema, en razón de la acción de los misioneros y la reflexión de los teó– logos. Cada uno de los aspectos aquí apuntados hubiera sido tema para otra tesis. La segunda parte, aunque elevada en el número de páginas que aborda, se centra en el concepto de esclavitud y la opinión de los autores de la época. Era preciso partir del concepto de esclavitud que tenían, para luego aplicarlo a cada uno de los autores en sus obras concretas, teniendo presente cuál era el núcleo fundamental de su interés, puesto que Jaca utiliza teólogos, juristas o filósofos sin ningún tipo de distinción. La selección ha venido impuesta por el mismo autor que estudiamos, dejando a un lado autores que, aunque importan– tes en su conjunto respecto a este tema, como puede ser el caso de Bartolomé de las Casas, no aparecen en la obra ahora estudiada. El capítulo tercero presenta la figura de Francisco José de Jaca en una tri– ple división: su vida, recorriendo todos los elementos que se conocían hasta el presente y los que se coligen de la nueva documentación aportada, de tal manera que su vida se prolonga al menos dos años más, y se puede presentar su polémica y disputa en toda su profundidad; su relación e influencia en la política indiana del reinado del último de los Austrias, efectivamente, este tema que parecía una hipótesis cuestionable en un comienzo ha aparecido como algo evidente al final; y su papel como misionero, predicador y escritor, que aunque sigue ofreciendo grandes lagunas es preciso tenerlo en cuenta, por los detalles que nos aporta. Son muy significativos las novedosas aportaciones que se pre– sentan acerca de la vida y calamidades por las que tuvo que pasar el capuchino, así corno de aspectos totalmente novedosos de su vida y apostolado. Este capí– tulo se hace de referencia obligatoria para conocer mínimamente la figura de este misionero.