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Propuesta teológico liberadora de Francisco José deJaca. .. 63 blo y la misión entre infieles. Estos dos últimos fueron, los más importantes y los que configuraron el trabajo de los capuchinos españoles a lo largo de los siglos XVII y XVIII. No serán los capuchinos unos sesudos teólogos o filósofos dedicados a competir con otras escuelas teológicas, su tradición se mueve mucho más en una línea práctica, de la acción concreta y en esta tradición se educará también nuestro autor. Francisco José se forma en una época de recuperación de la escolástica donde la filosofía aristotélica juega un papel fundamental. Esta filosofía per– mitía la referencia cristiana donde fe y razón tenían una convergencia perfecta. La filosofía era un instrumento a disposición de la fe y para el sostenimiento de la misma. Ésta será también la actitud que asumirá Jaca en sus escritos. Cuando se refiere a Aristóteles lo hace siempre como medio para afianzar sus posiciones y nunca como un fin en sí mismo 250 . Después de los grandes frutos producidos por la teología española, espe– cialmente por la Escuela de Salamanca a lo largo de todo el siglo XVI, el XVII se presenta como una época decadente, que vive de los frutos y de las refle– xiones del glorioso pasado que todavía está próximo pero sin asumir el reto que eli,to supone. Es un período marcado por la síntesis y la recopilación de las reflexiones anteriores. En 1567 el Papa Pío V había declarado a santo Tomás doctor de la Iglesia, y éste se convertiría en un acontecimiento de fundamental importancia para que pasase a ser referencia obligada en toda la reflexión teo– lógica. Esto influirá poderosamente para que surjan los grandes comentarios, especialmente a la Summa de santo Tomás que había sido pensada con la inten– ción de ir introduciendo a los jóvenes estudiantes en la reflexión teológica 251 . Estos comentarios se mueven en la fidelidad a la tradición escolástica y el afán por presentar una síntesis teológica. La teología del XVII, como ya hemos afirmado, debe ser entendida tam– bién a la luz de los acontecimientos que dirigen la historia, la política y el pen– samiento. La teología de la Contrarreforma, nacida a la luz del Concilio de Trento, con un afán escrupuloso de preservar la fe católica tiene mucho que ver con la confrontación teológica y la ruptura entre dogma y moral. El creci– miento de la moral como ciencia independiente estará muy presente en la for– mación académica recibida por Francisco José de Jaca. El mismo se moverá también en esa tradición moral marcada por la casuística, que le permitirá hacer una formulación breve pero precisa de lo que suponen los derechos de los negros e indios. 250 Las tres veces que Francisco José refiere a Aristóteles lo está haciendo a la PoWica. Cf. Apéndice, doc. 7, f. 2v, n. 3; f. 4v, n. 9; f. 14r, n. 17. 251 Así lo atestigua el mismo autor: "Propositum nostrae intentionis in hoc opere est, ea quae ad chris– tianam religionem pertinent, ea modo tradere, secundum quod congruit ad eruditionem incipientium": S.Th. Pro!.

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