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Propuesta teológico liberadora de Francisco José de jaca... 49 petición de los señores cardenales, como él mismo referirá más tarde 175 • Aun– que no precisa cuál es el motivo de este viaje. Parece bastante evidente que se trata de su polémica en torno a la esclavitud de los negros y el abuso de la inmunidad eclesiástica por parte del poder civil. Así se lo hace saber al nuncio Durazzo: "A donde fui llamado de los Eminentísimos Señores cardenales y de Su Sanctidad, para negocios de no poca grabedad" 176 . Aunque en el archivo de Propaganda Pide no hay ninguna nueva referen– cia a la presencia del capuchino, tampoco hay motivos para dudar de la misma 177 , máxime cuando él mismo señala que en Roma consta todo el pro– ceso y refiere haber entregado sus obediencias para justificar su libertad 178 • La cuestión que resulta de mayor interés es que el mismo Jaca, pone en conoci– miento del nuncio la posibilidad que en Roma se le ha concedido para volver a las Indias, que se convierte en una constante en la vida del misionero. Parece claro que quiere poner dicha iniciativa en conocimiento del Consejo, algo que parece ser bastante lógico puesto que éste mantenía la intención de que el capu– chino no volviera a América. El aragonés es nuevamente secuestrado en Madrid, en esta ocasión en el Convento de san Antonio del Prado, de donde es bastante probable que no vol– viera a salir. Jaca nos da el dato de haber llegado a la corte el 1 de octubre, a los diez días, escribe al nuncio exponiéndole su situación de recluso 179 • No tenemos conocimiento de la postura asumida por el prelado, pero sí sabemos que mantuvo una entrevista con el capuchino 180 . Jaca se siente nuevamente manipulado y pide clemencia. Señala haber recurrido al provincial de Castilla, del que no ha obtenido respuesta, sabiendo que dicha postura está motivada por los ministros reales. Una semana más tarde escribe nuevamente al nuncio. Expone seguir en estado de recluso y que el provincial deseaba su destierro. No entiende la pos– tura cuando está ya todo zanjado por Roma. Su epístola manifiesta la incom– prensión que le rodea: 175 Cf. !bid., doc. 162. 176 !bid. 177 Cabría la posibilidad de que se tratara de la Congregación para la Inmunidad Eclesiástica. Aunque en sus fondos no hemos encontrado ninguna referencia, no es menos cierto que dicha Congregación está ahora publicando los catálogos de sus fondos, con lo que en los próximos años podría ser un filón para seguir trabajando. 178 Cf. !bid., docs. 163-164. 179 Cf. !bid., doc. 162. 180 Cf. !bid., docs. 163-164.