BCCCAP00000000000000000001258
36 Miguel Anxo Pena González En su llegada a Cádiz son conducidos por el general de galeones al con– vento que los capuchinos tenían en aquel puerto. Son entregados a fray Fran– cisco Antonio de Antequera, guardián de dicha Fraternidad que los mantiene retenidos sin permitirles salir del mismo. Para los capuchinos de Cádiz no era una sorpresa la llegada de los dos frailes en calidad de presos, sino que les había sido anunciada por la correspondencia mantenida entre el provisor gene– ral de La Habana y el provincial de Andalucía 96 . El mismo Francisco de Soto Longo, en una extensa carta dirigida a fray Francisco de Valverde, le presen– taba una buena síntesis de todo lo acontecido. Referente a los últimos aconte– cimientos, le daba cuenta cómo "no teniendo cárzel eclesiástica ni dónde ponerlos, impartido el auxilio del vrazo secular los puse en dos castillos sepa– rados el uno del otro para remitirlos con la ynformación de lo referido a vues– tra paternidad muy reverenda, con los papeles que se les hallaron que tratan de la livertad de los negros todo por dirección del Real y Supremo Consejo de las Yndias. En estos presentes galeones de que doy cuenta [a] vuestra paternidad muy reverenda asegurando fue muy combeniente tenerlos separados para quie– tar el movimiento que havía y se temía de los negros que amenazavan alguna fatalidad" 97 • Con los dos religiosos llegaba también el Testimonio de Autos elaborado en La Habana y los papeles pertenecientes a Jaca y Moirans. El expediente de Autos iba dirigido al Consejo de Indias y una segunda copia al provincial de capuchinos de Andalucía para que, teniendo presente los hechos acaecidos y las reglamentaciones propias de su orden, obrase en consecuencia 98 • 1.7. El proceso real Con su llegada a España, se provoca un fuerte revuelo en los órganos civi– les y eclesiásticos. Se dan una serie de movimientos definidos y con pretensio– nes muy precisas. El primero de ellos es el que se desarrolla a nivel eclesiás– tico. Jaca y Moirans siguen sosteniendo la necesidad de poner en conocimiento de los órganos competentes y con jurisdicción en el caso, los abusos a que han sido sometidos. Con este fin escriben el 20 de septiembre desde Cádiz a los car– denales de Propaganda Fide y al nuncio de España, presentando su situación y los hechos acaecidos 99 . Con toda lógica, Jaca y Moirans tuvieron que esperar a verse libres del poder civil para recurrir ante las instancias que ellos conside- 96 Aunque no han llegado hasta nosotros las referidas cartas tenemos noticias de ellas por el Apéndice, doc. 13, ff. 48v. 52r-56r. 97 !bid., doc. 17. En idénticos términos escribe también al rey. Véase también el doc. 15. 98 Cf. lbid., docs. 14. 16-17. 99 Sólo ha llegado hasta nosotros la carta dirigida a Propagada Fide. En referencia a la del nuncio Millini, contamos con la noticia que éste refiere sobre la carta que le han enviado los dos capuchinos. Cf. Apéndice, docs. 20. 28.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz