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Propuesta teológico liberadora de Francisco José deJaca.. . 19 Después de salvar algunas dificultades, entre septiembre u octubre de 1678, llega a Caracas con un grupo de religiosos de su Orden. La expedición estaba dirigida por Pedro de Aguila 17 • La ruta mantenida con España hacía escala en el puerto de Cartagena de Indias, y debió ser allí donde el misionero toma contacto por primera vez con la trata en toda su crudeza. Se encuentra ante una economía sórdida y poco transparente que moviliza un mundo de opresión. No se trataba simplemente de un negocio lucrativo, sino de una nece– sidad incuestionable para el sostenimiento de las Indias y así lo presentan la mayoría de los autores de la época 18 • Éste era un motivo suficientemente importante para que nadie se atreviese a cuestionar o poner en duda la licitud de dicha práctica. A este respecto, se hacía significativa en Cartagena de Indias la tarea lle– vada a cabo por la Compañía de Jesús que tenía su origen en la labor empren– dida por el P. Luis de Frías cuando, predicando la cuaresma de 1614, afirmó "que era mayor pecado dar un bofetón a un moreno que no a un Cristo" 19 • Con los años, se había ido creando una corriente entre los jesuitas, y fruto de ella era el tratado sobre la esclavitud de Alonso de Sandoval 2 º. Un relato realmente duro que aportaba abundantes datos sobre la realidad con la que se enfrentaban los pobres negros. La obra fue fundamental para san Pedro Claver que con su entrega a la atención de los bozales, se convertía en discípulo aventajado de Sandoval. Para A. Valtierra, "el trabajo sistemático con los negros que venían a América no fue algo esporádico y aquí genialmente realizado por san Pedro Claver. Fue uno de los ministerios que tomó la Compañía de Jesús con más ardor, y sabemos que los padres del Colegio de Cartagena la mayoría ayuda– ban en esto y determinadamente había dos o tres" 21 • Este tipo de iniciativas tenían la limitación de centrarse en la atención espiritual de los africanos, pero 17 Cf. BUENAVENTURA DE CARROCERA, Misión de los capuchinos en los Llanos de Caracas. I. Intro– ducción y resumen histórico. Documentos (1657-1699), Caracas 1972, p. 68; ID., Misión de los capuchinos en Cumaná. I. Su Historia, Caracas 1968, p. 136. Carrocera refiere el expediente en que aparecen consigna– dos los nombres de los capuchinos que formaban dicha expedición que son: fray Pedro de Aguila, Buena– ventura de Vistabella, Pablo de Orihuela, Gervasio de Manresa, Pablo de Berlanga y Francisco de Jaca. AGI, Pasajeros, lib. 13, exp. 1359 (1678). También en AGI, Contratación, leg. 5551. 18 Sirvan como ejemplo dos obras representativas de este momento, cf. ANTONIO DE HERRERA, Histo– ria General de las Indias occidentales, o de los hechos de los castellanos de las islas y tierrafirme del mar Océano, Amberes 1728; JOSÉ VEITIA LINAJE, Norte de la contratación de las Indias Occidentales, Sevilla 1672. Queda todavía más de manifiesto en bs memoriales enviados por el Consejo de Indias a Carlos II en 1685. Cf. Apéndice, docs. 142-143. 19 La predicación del jesuita provocó tal revuelo que fue denunciado ante el tribunal de la Inquisición. Este detalle aparece citado por: l. GUTIÉRREZ AZOPARDO, Los afroamericanos. Historia, cultura y proyectos, Bogotá 1996, p. 170. Acerca de este tema, cf. J.I. TELLECHEA IDíG0RAS, Tiempos recios: inquisición y hete– rodoxias, Salamanca 1977. 20 Para este tema, cf. A. VALTIERRA, Pedro Claver..., Bogotá 2 1980;; ALONSO DE SANDOVAL, Un tra– tado sobre la esclavitud, E. VILA VILAR (ed.), Madrid 1987. 21 A. VALTIERRA, "El P. Alonso de Sandoval, sj", en ALONSO DE SANDOVAL, De instauranda Aethiopum salute. El mundo de la esclavitud negra en América, Bogotá 1956, p. XVIII. Aun sin dejar de ser significativa la aportación de Valtierra, en el mismo contexto cabría preguntarse, cómo se explica el gran número de esclavos que los jesuitas tenían para su servicio.