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MIGUEL-ANXO PENA GONZÁLEZ • 77 , pensamiento anterior,.incluso entendiendo las independen.cias como la fidelidad a ese modelo propio hispánico, al que el absolutismo de los Borbones no:había,sido fiel.. Exponente singular de:esta manera de pensar ha sido también el filósofo mexicano Luis Villoro, quien no ha tenido ningún problema en reconocer la existencia de un e.clecticismo selectivo que no tendría como fuente de inspiración únicamente a los ilustrados franceses, si no de todo un acerbo asimilado.previamente. En este sentido, se po– dría sostener que en cuanto a su argumentación, los ide.ólogos de las independencias utilizaron la doctrina que más les servía en el momen– to oportuno, para justificar así el cambio.propuesto. En: esta línea, Vi– lloro llegaría a afirmar que: Abandonado el terreno de la simple especulación; el criollo se ilusiona poLun momento cor_1 la posibilidad de injertar su actividad en el desarro– llo político de la sociedad. No aspira, por lo pronto,más que a una reforma . de escasa.importancia; pero si tiene éxito, habrá logrado mucho más que eso: habrá transformado el orden social, de una estructura rígida domi– nada por la burocracia, en una realidad susceptible •de ser moldeada conforme al empeño de su voluntad creadora·. Y una vez introducida la voluntad de cambio, ¿será posible; acaso, detenerse? 4 El motivo político de las independencias El acontecimiento que determinó toda esa ebullición social, que daría como resultado el proceso independentista, tiene su arranque en la política llevada a cabo por Carlos III. Como respuesta al "despotismo ilustracl.o", vuelve a cobrar fuerza una línea id~ológiéamerite opuesta: el populismo. Ambas ideas tenían una larga tradición, en las que no se tra– taba simplemente de un enfrentamiento político, sino que la.ideología E. van Young, La otra rebelión. La lucha por la independencia de México, 1810-1821, México, FCE, 2006, pp. 806-807. 4 L. Villoro, El proceso ideológico de la revolución de independencia, México, SEP, 1986, p. 46. Estas tesis de Villoro se harán visibles para el gran público, a través del historiador mexicano Enrique Florescano, que glosará al filósofo cuando se refiere al origen y fundamento de un histo– riador nacional. Cf E. Floi;escano, Memoria mexicana, México, Taurus, 2001, pp. 539 y ss.

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