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102 • LA ESCUELA DE SALAMANCA EN EL PROCESO DE LAS INDEPENDENCIAS AMERICANAS mente; la célebre Carta dirigida a los españoles americanos, del peruano · ·· Juan José de Viscardo y Guzmán, que Miranda distribuyó en francés y castellano (10 de junio de 1799 y 1801), demuestra la oposición jesuita al despotismo ilustrado. Naturalmente, el régimen ilustrado prohibió la lite- .·ratma cuya preocupación por la libertad estaba basada en el pensamiento del siglo xvrn; pero esto no puede interpretarse, como se ha hecho hasta ahora, en el sentido de que la filosofía enciclopedista del siglo xvm tenga un monopolio en cuestiones de libertad y fueros. 45 Centra en ella la contraposición constante entre la obra de España, llevada a cabo por los antepasados hispánicos, a quienes llarria "nues– tros" y la acción del gobierno español en América, proyectada siempre como.sombra negra. Lo más significativo de esta proyección pesimista es que piensa que ha sido una constante de los reyes de España ahogar las instituciones que podían limitar su poder hasta irse apoderando de todos los resortes del mismo. Culmen de este absolutismo le parece la expulsión de la Compañía.Viscardo ama lo español, como algo suyo y propio de su cultura y tradición, que está siendo destruido por el go– bierno hispánico en América. En un pasaje de la Carta, después de referir los atropellos del virrey Francisco de Toledo, afirmará: "El vi– rrey; aquel monstruo sanguinario, pareció entonces el autor de todas las injusticias, pero desengañémonos acerca de los sentimientos de la Corte, si creemos que ella no participaba de aquellos excesos; ella se ha deleitado en nuestros días e:11 renovarlos en toda la América, arrancán– dole un número mayor de hijos, sin procurar disfrazar siquiera su inhumanidad''. 46 Pero al final de tan duro reproche hace esta intencio– nada salvedad: "realmente, esta mancha no debe caer sino sobre el despotismo de su gobierno''. 47 Es, por lo tanto, dual la actitud de Vis– cardo contra lo español. Pondera a Colón, a los conquistadores que dieron a España el imperio del mundo bajo condiciones solemnemen– te estipuladas. Habla con estima y ponderación de los que él llama "nuestros antepasados, cuando restablecieron el reino y su gobierno, pensaron en premunirse contra el poder absoluto, a que siempre han 45 O.C. Stoetzer, El pensamiento político en la América española...,op. cit., pp. 83-84. 46 J.P. Viscardo y Guzmán, Carta dirigida a los españoles americanos por uno de sus compa– triotas, México, FCE, 2004, p. 81. 47 Idem.

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