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6 Con los judíos de Estella familia judía. Otra en Leza hacia 1343. Por el modo de v1v1r· estos judíos separados variaban fácilmente de localidad estable-– ciéndose donde sus conveniencias se lo aconsejaban. Por ello se observa que en ciertos pueblos navarros, principalmente de la .Ribera háy a veces judíos que fácilmente desaparecen: como los .caracoles, cargan con su casa. · · En Estella tenían las mujeres su sinagoga, lujo que no se permitían las de Pamplona, Tudela ni de otras localidades. Suspicacias. El vivir retirado, los muros de la judería, la. lobreguez de la casa, la incertidumbre del porvenir, la dificul– tad de la lengua, las caras- hoscas no eran a propósito para ex– pansiones cordiales y el cultivo de la amistad. ¿Qué sabía el ju- . dío de las ideas y gustos de los estelleses? ¿Por qué los chicos. cristianos reían y alborotaban tanto? ¿ Por qué las campanas so– naban a ca~a paso y. en ciertos días no hay quien las haga ca– llar? ¿Por qué las miradas altaneras y el recelo perpetuo? -Guardaos de los cristianos, les dicen en sus sinagogas. Pero hay que comprar y vender; hay que aceptar trabajo barato, a veces muy barato, y luchar con cristianos que también han de trabajar para comer. , ·Bien o mal ·van siguiendo ·las cosas: .los cristianos con el estorbo del intruso, los judíos con las dificultades del destierro. Los judíos ricos venteando el horizonte, viajando, sonriendo ba– jo sus bigotes; los pobres recordando a su adorada Sión, en cu– yos sauces dejaron colgados los instrumentos músicos, y reci– tando aquello: ¿Cómo hemos de cantar el cántico del Señor en. tierra ajena? III.-OCUPACIONES DE LOS JUDIOS Tenían los judíos predilección por el comercio entre sí y entre los cristianos: De pequeñas tiendas, que parecían huir la luz del día, salían los géneros, bien clasificados, bien presenta– dodos, alimentos, ropas, utensilios de cocina, muebles viejos re-– juvenecidos, cuanto se. necesita en la vida, a cambio de unos ahorriUos que les dejaban la buena mujer, el hombre del pueblo, las gentes del campo. Pero ¿quería el cortesano y el que se ha– llaba. con dinero fresco paños flamencos de lucimiento, alhajas O-· armas? Sin mucho tardar lo tendría a su gusto.
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