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22 Con los judíos de Estella para la defensa de la población, 199 l. 15 s.-1430. Ballestas para la guarnición de Laguardia, 7 fl. una.-1410. A la modista (sic), qué además del trabajo puso el hilo, 2 s. por camisa y 8 d. por braga, para los cautivos. Un par de zapatos para el M.º ·Juan, 8 s.-1390. Un cahiz de trigo, 30 s.-1400. Una onza de berme~ llón, 2 s. Una libra de plomo, 2 s.-1414. 'Una libra de estaño, 3 s. 9 d. Una libra de mastic, 48 s. Una libra de resina para hacer betún, 2 s. Una onza de algodón para los pintores, 8 d. Una libra de aceite de linaza, 4 s. Una onza de barniz, 1 s. Una herradura para rocín, 16 d. Un robo de avena para rocín, 8 s. 1361. Un fireviario romano con su estuche, 12 l. Una biblia pequeña de letra menuda dada al P. Pedro de Ujué, «maestro en divinitat», o sea en teología, 10 l. Otra de letra menuda, sin fir– maill (broche), 15 l. Un libro, gran misal pintado y escrito «a la anciana letra» tasado por los oidores de Comptos en 4 l. (Proba– blem,ente no sería un misal completo, sino el Canon o cosa pare– cida. Aun así, bien barato era.) XI. - CONVERSIONES Al recorrer los documentos de la Cámara de Comptos, ob– servo muy pocas conversiones de judíos. ¿ Es posible que la luz del Evangelio sea tan débil para ellos que no acierten a orientarse en las densas tinieblas que les rodean? ¡ Oh misterio, que se pro– duce ya en tiempos de Jesucristo, se repite en la primitiva Igle– sia. y se perpetúa en la Edad Media y en la nuestra! Más que error de la inteligencia es efecto de la disposición de la voluntad, como muchas veces lo recuerda Jesús a los que le escuchan. Cierto que no todo está escrito. Que hubiera conversiones, principal– mente de gente humilde, que no consten, no hay por qué negarlo. Pero qué contadas son las que en documentos figuran. Del mé– dico Azmel, de otro médico más tarde y de alguna persona ais– htda. Y de rara mujer. Así hasta la muerte de Carlos el Noble. Una de las causas que influyeron grandemente en ello fué la mutua desconfianza, que se manifestaba en mil detalles. Salu– dos embarazosos o silencio en un casual encuentro; mirada torva o atrevida; palabras banales o significativas; actitud escurridiza o dominante; gestos indefinidos; sonrisitas burlonas. ¿ Cómo pe– netrar en un corazón revestido de coraza? ¿ Cómo iniciar entre
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