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P. Fernando de Mendoza 9 --------~-------------------- hebrea. Se ve alguna excepción, verbi gratia, la de Samuel Be– nosillo, vendedor de pieles de raposo, que no sabe leer y escri– bir; mas téngase presente que es de Zaragoza. ¡Cuántos en cam– bio de entre los cristianos que creeríamos muy instruídos, tienen que pedir ayuda y solicitar que el amigo, el vecino o cual– quier curial tome por ellos la pluma! ¿No es extraño que Se– meno Lozano, de tanto relieve en las obras reales, diga que no sabe escribir? ¿No lo es que el extranjero Tierry, el ingenioso Tierry, de tanto prestigio como relojero, diga lo mismo? ( 6). Tampoco saben escribir Concelin Blanc, argentero del rey, ni Domenion de lVIayer, francés, también argentero, ni el bordador Conch, ni Jaimet el pintor, que recibió el encargo de pintar las armas reales en un arca, e hizo las imágenes del rey san Luis y de san Luis de 1 rolosa, ni tantos otros, y menos mal si tienen sello. ¿Cómo tenían los pueblos organizada la enseñanza? Apenas hay noticias. En vecindarios cortos, como son la mayoría de Jos de Navarra, el sacerdote se prestaría a reunir un número mayor o menor de chicos despiertos para darles una instrucción elemen– tal, al mismo tiempo que les enseñaba la doctrina cristiana. El fraire de san Cristóbal de 'rafalla es un ejemplo de algo pare-: cido. En la primera mitad del siglo XIV, maestros de primeras letras había en la vieja merindad de Estella, dos al menos en Larraga; tres en Berbinzana, cinco en Falces, uno en Peralta, en Funes, Echávarri, Baigorri, dos en Artajona. Lerín mira también por sus chicas, pues además de un mayestro para los 1 niños, tiene una mayestra, Doña María, para las niñas. Debía 1 de haber más en la misma merindad, pues el Libro de 11·--1.uegos, de donde tomo estos datos, está incompleto y cita estos maestros 1 sólo por distinguirlos de otros vecinos. . 1 Adelantado el siglo, consta que los había en Puente la Rei- 1na, Lumbier, Monreal, Los Arcos, Arellano, Zuazu, Erroz, Vera, 1 tierra de Lesaca, Arróniz, Milagro, Saragüeta, Usún y dos en Soracoiz. Medio siglo después, consta de Eslava, Navascués, As~ purz, Sarriés, Izal, Esparza cerca de Izalzu, Villanueva junto a µarralda, Izco, Enériz, Arteta, Ohárriz y Santa Cruz de Hiat, en el Baztán. Estos pocos datos hacen suponer que serían raros Íos pueblos donde no hubiera facilidad para recibir al menos una. corta instrucCión. . 1 1