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Y su cü~dactsanta.. A pesar· d,~ qu~ el 4'.'.E~d. y;,el ·a~ocali~sisdé B,arué · suponen ,que los patriarcas y los profetas no ejerci~roh su mflueriqia sino ,en vida, la ¡irimera .párte del 1.ibro de Enoc habla de :16s justé>s ~,difuntos que interceden ante Dios por:los hijos de los hombres. Tam– bién existen testimonios de ;Filón 'y de Flavio .:rosefo en el mismo· sentido. Esta intercesión de los justos ya difu~tos :en favor de los vivos no puede relacionarse con la +dea de la remisión escatol§gica; siempre;, supone la comunión existimte entre los dos mundos. La otra del vafor. de los sufragios, .canonizada tan claramente por el segundo libro· de los Macabeos (2 Mac. 12, 40-46), debía de estar muy arraigada en el pueblo judío; es uno de los elementos accidentales que integrarán luego el concepto del purgatorio según la teología católica. · ' b) La literatura rabínica presenta más problemas y mayor, ,inse– guridad que la apócrifa para el estudio de los tiempos contemporáneos del Cristianismo. Es sencillamente de composición mucho más· tardía, aunque a la vez recoja Ja doctrina de autores que vivieron en el pri- · ·. mer siglo (al menos digamos que les atribuye). La Mishna, compilación de tradiciones tannaítas o de dóctores que van del 50 después de Cristo hasta el 200, pertenece al siglo segundo ;·del mismo estilo y tiempo es. la Tosephta que puede ,ser considerada como:~olllplemento suyo. El Talmud es obr.a de los amoreos, o doctores del siglo m al v después · a.e Cristo que expusieron la Mishna; y más recientes todavía son los numerosos Midrashim que se van escalonando desde el siglo II o III hasta. el 1x después de Cristo. Las posturas a.dopt¡idas por los autores res– pecto de su autoridad han sido extremas: o bien se la -ha considerado co:¡no única fuente auténtica para el conocimiento del judaísmo o bien · como desprovista en absoluto de valor. Al problema de su datación tardía se añaden los que provienen de sus características especiales {23) ; y si ·es difícil distinguir del farisaísmo del siglo segundo el que existió en el último tercio del siglo primero, mucho más lo ~ distinguir ... · de éste el contenido doct:r;ina1 .del farisaísmo primitivo. (23) El P. Bonsirven (Le Juda'isrr¡,e PaZestinien, I, pág. XVII) sefiala !ilgu– nas particularidades que deben tenerse en cuenta. Abunda ·en hipérboles y chan– zas que no se pueden tomar al pie de la letra; presenta fórmulas literarias que no deben entendtrrse de un modo exclusivo; da soluciones y máxjmas contra– dictorias..- En la pág. XV-XVII (l. c.) propone el P. Bonsirven el método que ha seguido en su obra de recurso a esas fuentes rabinicas, y en las páginas in– mediatamente anteriores (XIII ss.), las posturas diversas tomadas por los auto– res en torno á la autoridad dé la literatura rabinica. P. Volz. en su Jüdische, EschatoZogie von Daniel bis Akiba, Tübingen, 1903, no utiliza sino las sentex¡.,– cias de los rabinos que v~n hasta Aqiba, muerto el 135... [18] /
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