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- 10 - 4. Objeto de la libertad: lo contingente y lo necesario.-No hay que confundir la libertad con la deliberación. Desde el punto de vista de la deliberación sólo lo contingente cae bajo el dominio de la libertad, pues no se puede deliberar sobre lo que se produce necesariamente. Pero desde el punto de vista de la libertad, aun las cosas que dependen menos de nuestra voluntad pueden ser objeto del libre albedrío, pues para que el hombre quede libre respecto de una acción o de un suceso no es necesario que sea la causa o que pueda producir la acción contraria: basta que él con- · sienta, que él quiera libremente lo que se le impone necesaria– mente. Aun más, el mismo acto de querer puede ser muy bien nece– sario en su condición, pero queda libre, sin embargo, por la adhe– sión interior que nosotros hacemos. Así, Dios se ama necesaria– mente, y, no obstante, este amor es eminentemente libre. También los transportes y actos de amor de los bienaventurados en la gloría son irresistibles, fatales y, por consiguiente, necesarios, y, sin em– bargo, son libres, porque el alma toda entera realiza esos actos, y consiente libremente y se obliga a lo que su condición y su na– turaleza le imponen necesariamente; el alma quiere el bien nece– sariamente, pero está contenta de querer, quiere querer, y quiere libremente este querer que es necesario (1). Es que el libre albedrío es esencialmente la facultad de querer el bien y el orden, y por eso la libertad se halla en Dios y en las criaturas glorificadas en su más alto grado de desarrollo y de efi– cacia; su relación con el mal es negativa.· La posibilidad de pecar es una debilidad y una impotencia. Y aun en ese ímpetu hacia el mal, lo que verdaderamente quiere la voluntad es el bien, aquello que la pasión ciega le presenta como un bien. La voluntad mala del pecador es una disminución, una impotencia del libre albedrío: quia deficiens exit in actum deformatum, et ita in malum (2). (1) Sent. II, d. 25, p. II, a. unic., q. 2, conclus., t. II, p. 612. (2) Ibid. q. 3, t. JI, p. 614.

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