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- 20 - dón (1), Duns Scot la hará consistir en un acto de la volun– tad, que supone la visión y es completado con la delecta– ción (2). 14. El primado de la voluntad. - Subrayemos, a guisa de epilogo, que en el fondo de esta última controversia y, en general, de las cuestiones anteriormente tratadas, late una cuestión de carácter inicialmente psicológico, pero que imprime tono especial a la Ética, a saber, el problema de las relaciones entre el entendi– miento y la voluntad. En este punto, San Buenaventura no sólo no rechaza aquella proposición: voluntas est nobilissimum quod sit in anima (3), enunciada también de este otro modo: volun– tas est nobilissimum et supremum substantiae ratíonalis ( 4), sino que concluye afirmando que qualitas in qua principaliter assi– milatur anima Deo, est in voluntate (5) .. (1) Summa Theologica, I-II, qq. 1 • 5. (2) Oxoniensia, lib. IV, dist. 49. (3) Sent. II, d. 16, a. 2, q. 3, t. II, p. 404. (4) Sent. III, d. 17, a. 1, q. 1, arg. 4, t. III. (ó) Sent. II, d. 16, a. 2, q. 8, conclus., t. II, p. 405.