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YMÁS SOBRE ESTELAS DISCOIDEAS NAVARRAS 2. Familia Oscoz Prim. Segunda estela Se halla esta estela discoidea completamente destrozada por el cincel de algún cantero que la utilizó, como ha sido costumbre en otras ocasio– nes, en construcción; queda prácticamente sólo un rectángulo procedente de la estela original, pudiéndose calcular para sus dos caras, un radio de unos 15 cm.; tiene un espesor de 15,5 cm.; una altura, sin contar la base, de 37,5 cm. y una anchura de 19,5; la base tiene la misma anchura y una altura de 20 cm. Se puede observar que la base se añadió más tarde, pero se hizo con tal precisión que resulta difícil distinguir la unión de la misma con el resto de la cara discoidal. En el anverso lleva una cruz latina; bajo ella, en una oquedad, una figura que parece representar un ser humano en miniatura, y bajo la su– perficie anterior y como término del antiguo disco, tres orlas concéntricas que me sirvieron para calcular el radio; la más externa, sin ornato alguno; la del medio, con una estrella de ocho brazos en su centro y barras verticales, y la del interior con una serie de barras verticales, grabadas en relieve bastante profundo. En la base se escribió modernamente en incisión profunda IGNA– CIO OSCOZ PRIM, 1975. El reverso lleva una ornamentación llamativa, representando el choque de dos movimientos ondulatorios en el centro del disco; no llegan a produ– cirse interferencias en los frentes de onda; queda un resto de orla en la parte inferior con algunas barras como ornato. En la base actual se escribió en in– cisión en euskara MENDIAN 14 URTEZ HIL ZEN, o lo que es igual, "murió en el monte a los catorce años"; efectivamente, según informe de Pedro Arrese, murió en un ejercicio de escalada en las escarpadas rocas de Dos Hermanas, junto al poblado de Irurzun (Navarra). En sus cercanías hay otra estela moderna en recuerdo de otro joven que murió en Candanchú, bajo un alud de nieve; se trataba de un entrenador o instructor de esquí que se vio atrapado por un bloque de nieve con algunos de sus alumnos. (Véase LÁMINA 4ª, FOTOGRAFÍAS 7ª Y 8ª). Junto a esta estela se colocó sobre una columna de factura moderna, un hermoso crucero hexagonal antiguo. Resulta curioso el aprovechamien– to de estos restos de nuestros antepasados en los monumentos funerarios actuales. Puesto al habla con doña Ana María Prim, viuda del señor Oscoz, he podido saber que la estela discoidea circular completa procede de un sacer– dote amigo de su difunto esposo; y el sacerdote, intuyendo su inquietud es– piritual y artística, le proporcionó la estela procedente de "un pueblo cual– quiera''; no se sabe cuál pueda ser. Recibió sepultura el señor Oscoz en este mausoleo, en 1989. Descanse en paz. Revisando bibliografía referente a temas etnográficos generales, me hizo ver Pedro Arrese que ya en 1970 apareció un dibujo escueto de esta estela, sin detalle alguno de sus dimensiones, naturaleza de la piedra, etc., en esta misma revista CEEN; coinciden totalmente el anverso y reverso de la estela expuesta de forma tan esquemática en la revista CEEN, con la aquí descrita, y, por tra- [7] 227

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