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YMÁS SOBRE ESTELAS DISCOIDEAS NAVARRAS mío muy conocedor de la vida y costumbres de los campos de estas regiones próximas a la ciudad de Pamplona, y en cuanto vio la figura me dijo con vi– sible admiración: "¡una ZARRAKAMALDA!"; efectivamente, José María Iriba– rren recogió en su Vocabulario Navarro este término, citando regiones tan distantes como Añorbe y Roncal como usuarias del mismo, dando como significado suyo: "Hoz que, sujeta al extremo de un palo largo, utilizan para podar árboles". Está en uso todavía en versiones diferentes y se le conoce actualmente, según 1 . " " " ,, " . " as reg10nes, como cortamatos , cortamatas y taJamatas , porque se usa más frecuentemente en la limpieza de setos y zonas sucias de bosques bajos. (Véase LÁMINA 9ª, FOTOGRAFÍA 14ª). La podadera de vifi.as tiene una forma muy parecida, pero con el mango muy corto; se usó hasta la aparición de las tijeras de podar, a fines del siglo pasado y principios del presente; hoy nadie la utiliza en el arreglo invernal de los vifi.edos. La palabra recogida por LABEAGA, "tajabarda'', me recuerda el nombre de "alabarda'', arma formada por un asta de madera y una moha– rra (punta de lanza) con cuchilla transversal, aguda por un lado y en figura de media luna por el otro, es decir, un arma defensiva y ofensiva, no simple– mente reducida a punta de lanza. Y esto mismo me lleva al texto de la Biblia donde, al hablar de 1a paz futura, se dice que las lanzas se transformarán en podaderas. Leizaola (Fermín) presenta un gran número de ejemplares de estelas con tajabarda, incluye reproducciones de instrumentos usados en la poda de la vifi.a y un tema del mismo género tomado del Beato de Liébana (Codex Ge– rundensis); limita el cultivo de la vifi.a de forma muy concreta en la región vasconavarra, pero olvida que mucho más al norte de esa línea divisoria, prácticamente en toda la región actualmente vascófona, se hizo mucho uso del cultivo de la vid en forma de emparrados o prolongaciones de los tallos de la cepa por las fachadas soleadas de las casas, evitando el exceso de hume– dad de esas regiones nortefi.as , y exponiendo a los rayos directos del sol los racimos producidos en ellas; no es de extrafi.ar por esto que su uso se haya extendido por toda la región del norte de Navarra. Al caer en mis manos la obra de TOM CROMPTON, Cronología Interdis– ciplinar (1993), pude ver en su portada una reproducción de pinturas del panteón de los Reyes de San Isidoro de León (siglo XII), y en ella se puede observar en el primer recuadro, correspondiente al mes de marzo, un opera– rio, tajabarda en mano, podando una cepa de vid (ver la reproducción line– al que he conseguido de la misma). (Véase LÁMINA 1 ܪ). Describe LABEAGA el instrumento agrícola en cuestión, diciendo que consta de un creciente u hoz por un lado, un mango de madera y una pe– quefi.a hacha por el otro; he tenido en mis manos una podadera de viñas procedente de Barbastro (Huesca) y ofrezco un dibujo lineal tomado de la misma; ésta no posee la hoz claramente curvada, pero conserva el primitivo mango de madera, muy corto, como corresponde a su uso en las vifi.as del tipo español. (Véase LÁMINA 11 ª). [11] 231
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