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TESTAMENTO DE DON BLAS ALEXANDRE DE LEZAETA 1597-1647 Don Bias, Inquisidor Apostólico de Aragón. El año 1478 autorizaba Sixto IV a los Reyes Católicos para que pudieran elegir dos o tres individuos «para que hicieran inquisición en cualquiera parte de sus reinos». En 14 79 se establecieron dos Inquisidores en Castilla y León, y en 1482 se hacían idénticos nombramientos para Aragón, Valencia, Sicilia, Castilla y León. El primer Inquisidor General fue fray Tomás de Torquemada (1484) y en 1488 estaba ya plenamente jerarquizado el Consejo de la Suprema Inquisición en sus diferentes grados, entre los que se contaban como principales, el Inquisidor General, los inquisidores Ordinarios y los Apostólicos. En tiempo de Felipe II y Felipe III se reservó una plaza inquisitorial «para los religiosos de la Orden de Santo Domingo» y otra en turno, cuando se trata– ba de los principales grados jerárquicos inquisitoriales, para todas las religiones establecidas en España. En 1484 estaba ya totalmente organizado el Tribunal de la Inquisición en el Reino de Aragón (Cortes de Tarazona de 1484) y los primeros Inquisidores Apostólicos fueron para este Reino, fray Gaspar Inglar, Dominico, y Pedro Ar– búes, Car:ónigo de la Iglesia Metropolitana de Zaragoza, Maestro en Sagrada Teología, que murió acuchillado dentro del templo de La Seo durante el rezo de los oficios nocturnos; a raíz de este suceso «asentaron el Tribunal de Aragón del Santo Oficio de la Inquisición en el Palacio Real de la Aljafería, como señal de perpetua salvaguardia y fe pública» 11 • A éste se debe, pues, la pre~ncia, residencia y muerte de nuestro personaje de Betelu en este Palacio zaragozano cosntruído por el rey moro Aben-Alfaje a la derecha del Ebro. Al parecer, no hubo Tribunal de este tipo en el Reino de Navarra, pero en caso necesario actuaba desde el exterior, por ejemplo desde Logroño o Zarago– za. El Testamento de don Blas de Lezaeta Se hizo cargo del testamento de don Bias el notario Juan Isidoro Andrés el día 3 de junio de 1643, ante los testigos José Agorreta y Luis Costrán, «criados suyos» (Testamento, fol. 12). Muerto el señor Inquisidor el día 19 de octubre de 1647, se reconoció ofi– cialmente su cadáver el día 20 del mismo mes, ante los testigos Domingo Casa– novas, Maestro Secreto del Santo Oficio, el médico don Juan de Orbita y varios compañeros del Tribunal, entre los que se citan a don Pedro Allande y Man y a don Gabriel de La Calle y Heredia (Testamento, fol. 13 y 13 v). l ,a primera disposición se refiere a su cadáver: si ocurriese la muerte en Za– ragoza, se le debe depositar en la parroquia de San Martín «que está dentro del dicho Real Palacio de la Aljafcría»; pero, como esperaba su traslado a Toledo, añade: «si muriese en la ciudad de Toledo», deberá colocarse su cuerpo muerto en la iglesia de San Pedro Mártir de la Orden de Predicadores, y si en otra ciu- 11. ZURITA, JER< >NIM< >- Anales de Ara_1;1Jn. Vol IV. Zaragoza, 1688, libro X, cap. LXV. ORTI Y LARA,J.M. - La lnquisictiín. Barcelona, Ed. E.P.C. 1934. 394 p. Véa8c p. 1.10-140. [5] 41
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