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VIDAL PÉREZ DE VILLARREAL La personalidad de don Bias de Lezaeta. Según Altadill, el señor Inquisidor Apostólico del Reino de Aragón fue «prior electo de Roncesvalles en 1648» 9 y quizá fuese también de los señalados por las Cortes de Navarra como posible ocupante de la Silla de San Fermín. En ninguna página del Testamento, no obstante, aparece para nada este nombramiento a la vieja Sede Episcopal navarra; en el encabezamiento de las notas testamentarias se dice solamente: «Inquisidor Apostólico de la Inquisición de Aragón y Prior electo de la Santa Iglesia de Roncesvalles», y en el folio 12 del mismo Testamento ratifica el notario Juan Isidoro Andrés ante los restos del finado, tratarse de «don Blas Alexandre de Lezaeta, Inquisidor Apostólico del Santo Oficio de la Inquisición del Reino de Aragón y electo de la Ciudad y Reino de Toledo», y poco más abajo (folio 12 final y 12 v) dice también en la tes– tificación oficial de su muerte el día 20 de octubre de 1647: «Don Blas Alexan– dre de Lezaeta Inquisidor Apostólico del Santo Oficio de la Inquisición del Rei– no de Aragón y Prior electo de la Santa Iglesia de Roncesvalles por su Magestad». El Priorato de Roncesvalles era ciertamente de nombramiento real. La personalidad de don Blas, pues, se centra en su puesto de Inquisidor Apostólico de Aragón y al final de su vida parece que se le propuso para Prior de Roncesvalles y para Inquisidor de Toledo (Ciudad y Reino). Murió don Blas el día 19 de octubre de 1647 y Altadill nos lo presenta «electo Prior de Ronces– valles en 1648». Por aquella época las Cortes de Navarra pedían al Rey Felipe IV tuviese a bien nombrar personas idóneas de origen navarro para ocupar la Sede Episcopal del Reino de Navarra y para los Prioratos de Roncesvalles y de los demás Monaste– rios del Císter existentes en su circunscripción; así, en 1641 enviaron a la Coro– na un largo memorial donde se hacía una exposición larga y detallada del servi– cio del pueblo navarro a la Corona, principalmente con motivo de las guerras con Francia y de la sublevación de Cataluña, y en 1645 volvían a insistir con mayor firmeza sobre el mismo tema. ¿se debió a todo esto el nombramiento o propuesta de nombramiento de don Blas para el Priorato de Roncesvalles? Evidentemente no se llegó a cumplir plan alguno por su temprana muerte; desde luego, Javier !barra describe al detalle la actuación de los diferentes Prio– res de Roncesvalles, sin nombrar para nada al hijo de Betelu. No obstante, pudo pertenecer muy bien don Bias al número de individuos que a partir del histórico memorial formaron parte de las listas de «clérigos mitrables» en la Administra– ción de Asuntos Eclesiásticos del Rey don Felipe IV 10 • 9. J\LTJ\DILL, J. Op. cit. 10. 181\RRJ\, JAVIER - Historia de Roncesvalles. Pamplona. La Acción Social, 1935, 1110 p. Ver p. 609 s. «l~romovido el señor Velasen (Prior n.º 42) al Obispado de Orense pro Felipe IV en 1637», presentó el mismo Monarca como sucesor suyo a don Andrés Santos de San Pedro, palentino, gue goherrní desde 1<>37 hasta 1<>40. Le sucedió don Francisco Torres y Grijalba desde el año 1640 a 164 7; nacido en Madrid, aparece como Prior n. º 44, y le sigue el navarro l\larcelo López de Dicastillo, natural del pueblo navarro del mismo nombre, con el número 45, ocupando el Prio– rato desde 1648 hasta 1652. En estas fechas se debería haber hecho efectivo el nombramiento del señor de l,ezaeta. 40 [4]

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