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VIDAL PEREZ DE VILLARREAL retener gránulos de oro. Desecado este arbusto, se quema y sus cenizas se lavan en césped herboso, recogiendo luego entre ellas el preciado metal 45 . Comentario al texto del Naturalista Plinio La aportación más valiosa de Plinio suele basarse en sus referencias g~ográficas; su latín no pasa de ser una forma de expresión popular a veces poco literaria por su excesiva tecnicidad. Para nuestro caso huelga toda observación geográfica: el gobernador de la España Citerior no conoció personalmente la región de Aquitania; el noroeste español es el citado como zona minera por el historiador y naturalista; Plinio llama a la ASTURICA AUGUSTA (la actual Astorga), URBS MAGNIFICA, por– que era entonces el mercado central de aquella California del tiempo de los Césares. O la explotación del oro de nuestro Aritzakun fue posterior al gobierno de Plinio, o el sacrificado observador del Vesubio no tuvo conocimiento de estos depósitos o placeres de los aluviones pirenaicos. Pero la descripción de los métodos de obtención del rico metal proporciona al estudioso del valle de Aritzakun datos de valor realmente incuestionable. Respecto del primer método, el de las arenas auríferas, he de hacer la observación de que, dada la tradición existente, parece que aun en épocas recientes se ha puesto en práctica. Los especialistas en este apartado de la mineralogía nos hablan de un río aurífero, como de un ente extraño que contiene más oro después de las tormentas caídas en las llanuras que recorren, y que de ordinario no hay oro más que en un espacio pequeño y cerrado, y, remontando el curso del río, la arena cesa de ser aurífera. En el pequeño río de Aritzakun del Baztán, las arenas se recogían en el mismo manantial del pozo; según reza la tradición, en Urreputzu, próximo a Arraxka. Refiriéndome al método segundo, hay también poco que comentar: la tradición señala la existencia de un pozo de donde se ha obtenido oro, y se localiza el pozo en un determinado lugar. No nos ha de extrañar el hecho de que hoy sea un abundante manantial, pues todas las minas pueden llenarse de agua; recordemos la cita de Plinio, donde «los aquitanos» se empleaban constantemente en el trabajo de sacar el agua de la mina de Aníbal. · Mientras las comprobaciones no lleguen a detalles más concretos, sigo pensando que se podrían considerar dos pozos bien diferenciados, y, utilizando la terminología de este pueblo, podría darles el nombre de URREPUTZU GAÑEKO, junto a Arrosenea de arriba, y de URRE– PUTZU BEITIKO, junto a Lamierrita y Arraxka, que es el citado por la tradición. El método tercero, el denominado por el mismo Plinio como «ruina montium», tiene en Aritzakun una o dos posibles ubicaciones bastante concretas. 45. PLINIO, Op. cit. Panckoucke p. 54. 178 [14]

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