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KISULABEAK - HORNOS DE CAL 9. lrulegui 1, en el collado de su nombre; se trata de un gran horno de cuba de la comunidad de vecinos del pueblo. 10. lrulegui 11, pequeño horno cilíndrico de producción continua; perteneció también a la comunidad de vecinos del pueblo y se hallaba muy cerca del anterior. 11. Labaqui, situado en la subida al monte de Legate. 12. Ohárriz, del palacio Cabo de Armería Jaureguía del barrio del mismo nombre «Ohárriz». 13. Zarborta, situado en la subida al monte de Legate. Los hornos de cal de Zarborta, Bagacelayeta y Labaqui se construyeron, como se ha indicado, en las proximidades de las bordas de su nombre respectivo y adyacentes a diferentes caminos de subida al monte de Legate; dependían de determinadas casas fuertes de Lecároz. En todos los pueblos del Valle de Baztán y por gran parte de la provincia de Navarra, principalmente en la Montaña y Zona Media, se pueden encon– trar restos de estos hornos de cocer cal que determinaron esa época de prosperidad tan grande que describió el Rector de Beinza-Labayen, princi– palmente en torno al cultivo del maíz. Véase por ejemplo la referencia a los caleros de Vera de Bidasoa en J.C. Baroja 4. Intentaré describir la estructura, fines y funcionamiento de estos hornos de cal, y el aspecto folklórico que se desarrolló en su derredor, terminando con las causas de su decadencia y abandono. 11. CONSTRUCCION DE LAS CALERAS De las trece caleras localizadas en torno al pueblo de Lecároz, he podido estudiar detalladamente tres, porque la cuba de las mismas se halla bastante bien conservada; son las de Ohárriz, Azcain e Irulegui I; las demás son muy parecidas a éstas, pero casi todas tienen ya las paredes del horno totalmente desmoronadas; la de Anchonea se ha rellenado de materiales variados, principalmente de raíces de árboles provenientes de un bosque cercano transformado en pastizal, para evitar tropiezos a personas y animales, dada su ubicación en un cruce de caminos muy frecuentado. Todos estos hornos de cocer cal pertenecen a la época más antiua de esta artesanía y se engloban bajo el epígrafe común de hornos de cocido intermi– tente de llama larga: se preparan amonto.nando dentro del horno piedra caliza sobre una bóveda de rocas calizas sin mortero alguno y quemando bajo ella durante varios días de forma ininterrumpida, materiales proceden– tes de bosques y setos (vegetales de todo tipo y especie). Existió más tarde otra clase de horno de forma cilíndrica; se denominó de llama corta; en su interior se colocaban en capas alternadas trozos de roca · caliza y combustible vegetal, y, a medida que se extraía por su parte inferior la cal viva recién formada, se iban añadiendo por la superior nuevas capas alternadas de mineral calcáreo y material combustible; se les denominó por esto caleras de capas de producción continua. Así era el horno de Irulegui 11, 4. CARO BAROJA, Julio. La vida rural en Vera de Bidasoa (Navarra). Madrid, CSIC, 1944, 244 p. Véase p. 82-83. [3] 379

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