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KISULABEAK - HORNOS DE CAL olmos, sauces, chopos, alisos y otros árboles no fructíferos a los oficiales que hacen cuezos, gambellas, cacharros, morteros, herradas y tajadores y otras semejantes obras» 21 , no indicando para nada su uso en los hornos de cal. En 1747 se propuso desde el poder central delimitar los terrenos comuna– les señalando a cada pueblo su término propio y todos los vecinos se opusieron unánimemente, aduciendo como razón única la defensa de la línea fronteriza ante el apetito insaciable de sus vecinos franceses de Alduides, Banca, Baigorri y Bidarray; todos juntos podían defenderse mejor, como lo habían hecho hasta entonces 22 • Y cuando en el/asado siglo se trató de suprimir los bienes comunales de la Universida con motivo de la des– amortización civil, se recogía en 1863 el parecer de sus moradores y todos se opusieron a la privatización de sus bienes comunales, aduciendo como razón «la necesidad de los bosques para cocer cal, indispensable para el abono de las tierras que son sumamente frías y sin cuyo beneficio poco o nada producirí– an» 23 • En el Libro de Tazmías de la parroquia de Elvetea, iniciado tardíamente en 1776, aparece el maíz como el producto agrícola con más peso en las aportaciones diezmales del pueblo a los gastos de la parroquia y manuten– ción de sus ministros 24 • Se inició y extendió la producción de cal en el Valle sin duda alguna a lo largo del siglo XVIII y se desarrolló ampliamente durante todo el siglo XIX y la primera mitad del siglo actual, como base del cultivo del maíz y de las leguminosas, principalmente. En 1917 detectó el médico titular del lugar de Irurita un brote infeccioso de fiebre tifoidea en un pequeño barrio compuesto de numerosas bordas habitadas, alejadas del núcleo central del pueblo, y recurrió a la cal viva como producto abundante en la región, s~gún afirmación concreta del doc– tor, para desinfecciones de aguas residuáles y de pozos asépticos que él mismo enseñó a construir 25 • La cal, no obstante, es más un producto de enmienda y corrección del suelo agrícola, que un abono; ya en 1771 se aseguraba que la cal «deshace las tierras gredosas y arcillosas, ya porque une las que son ligeras por flojas y arenosas, ya porque mantiene fresca la tierra, en canícula que es cuando el país experimenta sequía... » 26 • Hoy, cualquier conocedor de los principios más elementales de la química agrícola nos hablaría de que la cal facilita la coagulación de las arcillas coloidales y de que modifica la acidez del terreno aumentando su basicidad, preparándolo para un abonado más efectivo a base de productos orgánicos en descomposición, o de materiales inorgánicos minerales. Se observó muy pronto que las tierras con el tiempo se cansaban y hasta el de 1716. Tomo I, Pamplona, J.J. Martínez, 1735, 953 p. Véase Ley 23, p. 709s. 21. ZuoAIRE HUARTE, Eulogio. Ordenanzas baztanesas, en CEEN 12 (1980) p. 5-70. Véase ordenanza 12 en p. 56. 22. Executorial insertas sentencias, concordias, varios instrumentos y alegatos... Pamplo– na, Herederos de Martínez, 1748, 327 p. Véase p. 126-143. 23. Libro que contiene las sentencias obtenidas por el Valle de Baztán en 1440... Información posesoria de los montes y yermos comunes y espediente sobre roturaciones y cerramientos. Pamplona, T. Iriarte, 1869, 99 p. Véase p. 39-99. 24. Archivo parroquial de Elvetea. 25. OLAORTÚA Y BASTIDA, Pedro María. Una epidemia de fiebre tifoidea, en Medicina, 4 (1936), p. 24-31. 26. Ensayo de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. Vitoria, 1768. [27] 403

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