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KISULABEAK - HORNOS DE CAL Debo estos precisos retazos folklóricos a Mariano Iceta, de Elizondo, testigo vivo de los hechos ocurridos en torno a la calera organizada por la casa Echegaraya de Ohárriz (Lecároz) los primeros días de mayo del año 1965; se trata posiblemente de una de las últimas hornadas de cal hechas en el Valle de Baztán, A él se deben también las fotografías con que he podido ilustrar estas páginas 17 • Cuando leía este borrador a hombres hoy maduros y que habían tomado parte en su juventud en trabajos de este género, lo recordaban con verdadero cariño y simpatía: «todo era hermoso, pero lo mejor, la camaradería y alegría sincera que nos acompañaba siempre». «No creas, continuaba el señor Iriarte, que todas las casas de estos pueblos podían soportar tal carga económica durante más de una semana, pero cuando alguna familia pudiente organizaba una hornada de cal, éramos muchos los voluntarios para el trabajo, porque en medio de su dureza, estábamos seguros de que lo íbamos a pasar muy bien; no interesaba tanto la retribución en metálico, ni las propinas, regalos o cheques bancarios; enton– ces entre nosotros no se hacía gran uso del dinero como forma de vida y cambio; figuraban más los objetos y la vida de cada uno». 11. Zurrume dantza A este final festivo pertenece un número musical recogido por el padre José Antonio de San Sebastián; lo tomó del txistulari de Arizcun, don Antonio; su hijo, Mauricio Elizalde, continuador de su arte musical, sigue interpretándolo con frecuencia en las fiestas de estos pueblos del Valle; también Azcue recogió variantes del mismo tema 18 • Se trata de una melodía sin letra; en ausencia del txistulari la silbaba uno de los asistentes a la fiesta; recibe el nombre de zurrume dantza o danza del talón, porque en su desarrollo se golpea el suelo con el talón del pie derecho. Según Antonio Elizalde, se ejecutaba principalmente con ocasión de la fiesta que se celebraba de noche, festejando la feliz culminación de la hornada de cal. (Fig. 8."). . Los bersolaris populares le aplicaron diversas letras y letrillas que en general nada tenían qué ver con el tema de la cal; Azcue y Donostia publicaron varias de este género. IV. ¿DESDE CUANDO SE USARON LAS CALERAS EN BAZTAN? No puede responderse con precisión a esta pregunta; si se ha de relacio– nar la fabricación y uso de la cal con el cultivo del maíz, nos será posible situar los hornos baztaneses de cocer cal en el siglo XVIII; para F. Bertaut 17. ANZANARRI. Op. cit. Véase nota 12. 18. DoN0STIA, P. José Antonio de. Zurrume dantza, en Cure Herria, Bayona, 14 (1934). Apéndice musical del n.º3, mayo-junio. Véase también AzcuE, Resurrección María de. Cancionero popular vasco. Tomo III, Danzas. Barcelona, Boileau y Bernasconi, 1923, 109 p. [25] 401

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